El servicio de guardacostas de Estados Unidos repatrió a 46 cubanos tras ser interceptados en altamar cerca de los cayos del sur de Florida, la víspera de la entrada en vigor de una nueva ley migratoria en Cuba que permitirá salir de la isla sin pedir permiso a su Gobierno.

“La tripulación de la Guardia Costera de Isla Kodiak repatrió a 46 inmigrantes cubanos a Bahía de Cabañas, Cuba, el domingo”, informó este lunes un comunicado de la Guardia Costera de Florida.

Los 46 inmigrantes fueron interceptados en cuatro embarcaciones diferentes durante el fin de semana en aguas cercanas a los cayos, la zona del extremo sur de Florida que está más próxima a Cuba.

“Independientemente de la política para viajes de otros gobiernos, la Guardia Costera continuará haciendo cumplir las leyes y regulaciones federales que prohíben a cualquier persona alentar la entrada ilegal, o traer, o tratar de llevar migrantes indocumentados a Estados Unidos”, dijo el contralmirante William Baumgartner.

Las autoridades enfatizaron que no modificarán sus operativos de intercepción en altamar, “ya que nuestras patrullas ayudan a salvar vidas al disuadir actividades ilegales peligrosas de migrantes (…)”.

De acuerdo con el servicio costero estadounidense, sus operativos por aire y por mar lograron rescatar 1.875 inmigrantes cubanos en 2012.

Por el momento el servicio de guardacostas no quiso comentar si prevén una disminución de estas intercepciones en altamar con la entrada en vigor este lunes en cuba de una ley que establece que ahora todos los cubanos pueden viajar fuera del país si tienen pasaporte vigente, pues dejaron de ser necesarios el permiso de salida, o “tarjeta blanca”, y la carta de invitación de alguien en el exterior.

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo el viernes que Estados Unidos no modificará su política de visas para los cubanos ante la inminente entrada en vigor de nuevas normas para salir de la isla.

Florida, conocida capital del exilio anticastrista en Estados Unidos, donde vive al menos un millón de cubanos, está ubicada a solo 144 km de la isla de Cuba, razón por la cual frecuentemente grupos de balseros se arriesgan a cruzar esta parte del Caribe desafiando fuertes corrientes y un mar repleto de tiburones.

Bajo la política actual de Estados Unidos, conocida como “pies secos/pies mojados”, los cubanos interceptados en alta mar son devueltos a Cuba, pero aquellos que logran pisar territorio estadounidense no pueden ser deportados y reciben la residencia un año después de haber llegado al país, lo que les permite aspirar a la ciudadanía después de cinco años.