Convertido en una interfaz para las actividades cotidianas más variadas, desde conectarse con el auto, con el refrigerador y hasta con las plantas, el smartphone sirve cada vez menos para telefonear, según mostró el Salón Internacional de la Electrónica de Consumo (CES) de Las Vegas la semana pasada.

El grupo tecnológico francés Parrot y el sudcoreano Moneual presentaron en el CES, la gran feria de electrónica de consumo realizada del 8 al 11 de enero en Las Vegas (Nevada, oeste de EEUU), un sistema de comunicación con plantas en maceta que incluye captores que controlan los niveles de humedad, luz y temperatura y un dispositivo de alerta conectado a un smartphone o teléfono inteligente.

El ejemplo es anecdótico, pero ilustra hasta qué punto el teléfono está integrado a la concepción de productos de todo tipo.

“Usted puede controlar su vida por medio de un smartphone”, resumió Lisa Hutchenson, que presentó en el CES un dispositivo para electrodomésticos de LG Electronics.

Desde una aplicación específica descargada en el teléfono, una persona podrá encender la aspiradora o la lavadora y verificar cuánto falta para que la carne esté cocida.

Y si antes ingresó en la base de datos del refigerador una lista de productos con su fecha de caducidad, podrá saber, gracias a una pantalla táctil ubicada en la puerta del aparato y conectada al smartphone, qué artículos le faltan o ya vencieron.

En el CES, la estadounidense Whirpool exhibió por su lado una serie de electrodomésticos controlabales a distancia que envían textos una vez que cumplieron con la tarea que les fue asignada, simplificando la vida del usuario, según comentó un representante del grupo, Warwick Stirling.

Ingersoll Rand, especializada en termostatos, cerraduras y las luces, también considera que el “telefóno será el comando a distancia” del futuro, según dijo Matt McGovren, director de marketing del grupo. “A largo plazo, todo estará conectado. Las infraestructuras que lo permitirán, entre ellas el smartphone, “ya están allí”, agregó.

Delphi, una empresa de equipamiento para automóviles, presentó por su parte un un dispositivo que permite verificar la ubicación y los desplazamientos del vehículo, así como encender su calefacción desde un teléfono móvil.

En la inauguración del CES, Shawn Dubravac, un analista de CEA, la asociación que anualmente organiza el salón, destacó que se estaría en el inicio de la “era post-smartphone”.

Dubravac dijo que los usuarios de aparatos móviles consagran “más del 65%” del tiempo de utilización del smartphone a actividades diferentes a hablar por teléfono. La pléyade de aplicaciones para móviles presentadas en el salón CES sería una prueba de ello.

Ya sea para conectarse con electrodomésticos o vehículos, para controlar la salud en dispositivos para medir el peso, la presión arterial o el azúcar en la sangre, un gran número de aparatos presentados en el CES tienen aplicaciones que permiten acceder a datos almacenados “en la nube” de Internet. Muchos expositores solo fueron al CES a mostrar alguna de estas aplicaciones.

Los propietarios de los dos grandes sistemas de aplicaciones móviles, Apple y Google (Android), comprendieron hace mucho la importancia de crear un “ecosistema” de aplicaciones, variadas y de calidad, para fidelizar a sus clientes.

Pero ahora otros sectores los imitan. Los fabricantes de automotores Ford y General Motors anunciaron esta semana el lanzamiento de programas que apuntan a ayudar a concebir aplicaciones que sean compatibles con sus vehículos.

“Antes, el entretenimiento en un auto se limitaba a disponer de un aparato de radio; hoy se puede acceder a un sistema que incluye a Internet, al smartphone y al propio vehículo”, dice Thomas Sonnenrein, director de marketing de la empresa alemana Bosch. “Si se quiere controlar ese sistema, es necesario contar con aplicaciones”, agregó.