Un joven estudiante británico, identificado como Ibrahim Langoo, dio a conocer hace unos días un repugnante hallazgo en la comida de Kentucky Fried Chicken (KFC): algo similar al cerebro de un pollo.

Según publicó Yahoo.es, Langoo manifestó al diario The Sun que en la oportunidad “Tiré todo en mi bandeja inmediatamente. De pronto comencé a sentirme mal, realmente enfermo”, no obstante desde el local no lo ayudaron, tras lo cual se retiró asqueado.

A esto agregó que “KFC dice que lo lamenta y se preocupan por mi experiencia pues mantienen ‘rigurosos estándares’, pero aún no me convencen”.

El representante de la empresa en Reino Unido explicó que “Aunque no hemos recibido el producto, nos parece por la fotografía que desafortunadamente en esta ocasión un hígado, y no un cerebro como se ha dicho, se deslizó en el proceso de preparación”.

Al respecto añadió que “Lo sentimos mucho por la experiencia del señor Langoo, y si bien no había riesgos para la salud, concedemos que fue desagradable”.

Ésta no es la única denuncia que ha recibido KFC, pues en octubre de 2010, en la localidad británica de Swindon un hombre encontró resto de hígado en su ración de pollo. Al igual que el estudiante, creyó que se trataba del cerebro del animal. Pese a su reclamo, sólo le devolvieron el total de la boleta.

Ibrahim Langoo | Facebook

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