Una serpiente pitón de tres metros viajó en el ala de un aparato de la compañía australiana Qantas para estupefacción de los pasajeros, que presenciaron la batalla del animal para no caer al vacío.

El reptil fue visto por los pasajeros instalados en la parte trasera del avión que realizaba el trajecto entre Cairns (noreste) y Port Moresby, la capital de Papúa Nueva Guinea, cuando alcanzó altitud de crucero.

El animal, probablemente una pitón ametista, la más grande de Australia, “seguía en el avión a su llegada a Port Moresby pero ya estaba muerta”, dijo a la AFP un portavoz de Qantas.

La serpiente logró refugiarse en un hueco de los flaps del borde de arrastre, pero la cola, que sobresalía de su escondite, estaba al aire, condenando al animal de regiones tropicales a una muerte segura por hipotermia, según un testigo.

Qantas precisó que nunca había visto nada parecido.

Fairfax Media

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