Varios centenares de amerindios canadienses se manifestaron este viernes en Ottawa para defender sus derechos, mientras que el primer ministro del país, Stephen Harper, se reunió con jefes autóctonos, una parte de los cuales boicoteó la reunión.

Theresa Spence, la jefa de Attawapiskat, una pequeña comunidad del norte de Ontario, quien lleva a cabo una huelga de hambre desde hace un mes, lo que la convirtió en el símbolo del movimiento “Idle no more” (Ya no somos más pasivos), rechazó reunirse con el jefe de gobierno.

La líder reafirmó su posición este viernes por la mañana ante el tipi donde vive ahora en Ottawa, cerca del parlamento federal canadiense.

Spence pide que el gobernador general, David Johnston, representante de la corona británica, participe en el encuentro, y que la reunión convoque a todos los jefes amerindios y no sólo algunos.

“Les estamos ofreciendo una ocasión de cumplir las promesas no mantenidas y los tratados. Y todo lo que les pedimos es que se celebre esa reunión y que se sienten con nosotros”, dijo la jefa de Attawapiskat.

Reunidos, en primer lugar, alrededor de su tipi, los manifestantes marcharon hasta el Parlamento Federal, que dista un kilómetro, al son de sus tambores tradicionales y portando las banderas multicolores de sus tribus.

En su marcha fueron acompañados por varios centenares de personas reunidas en las calles adyacentes.

Por su parte, los jefes amerindios de Manitoba y de Ontario hicieron aumentar la tensión pidiendo que el primer ministro y el gobernador general vinieran juntos a verles en un hotel de Ottawa -y no en un edificio oficial que es donde iba a celebrarse el encuentro-, y de no producirse el encuentro bloquearían las carreteras y los ferrocarriles a partir del 16 de enero.

El gran jefe de Manitoba, Derek Nepinak, amenazó con “poner la economía canadiense de rodillas” si las demandas de los autóctonos no son escuchadas.

“Tenemos guerreros que se están levantando ahora, que están preparados para ir hasta allí”, añadió.

El jefe nacional de los autóctonos, Shawn Atleo, quien está a la cabeza de la Asamblea de las Naciones Indígenas y que debe participar en el encuentro con Harper, dijo que pediría al gobernante un compromiso “a largo plazo” para responder a las preocupaciones de los amerindios.