Los checos empezaron a votar este viernes en la primera vuelta de la elección presidencial, por primera vez mediante sufragio universal directo, para elegir al sucesor de Vaclav Klaus. La votación proseguirá el sábado.

La segunda vuelta, prevista los días 25 y 26 de enero si ninguno de los candidatos obtiene el sábado la mayoría absoluta, probablemente decidirá entre los dos favoritos, Milos Zeman, primer ministro de izquierda en 1998-2002, y el centrista Jan Fischer, quien dirigió un gabinete provisorio en 2009-2010.

Los últimos sondeos les adjudicaban de 20% a 25% de las intenciones de voto, con una ligera ventaja para Zeman, quien se califica a sí mismo de “eurofederalista” y afirma ser partidario de un “fortalecimiento de las estructuras de la Unión Europea, incluyendo una política económica común”.

Para Fischer, la UE tiene que basarse en un “sistema de valores comunes, incluyendo la libertad de movimiento, de comercio y de expresión”.

Salvo un imprevisto, Fischer y Zeman se enfrentarán en la segunda vuelta, mientras que actualmente se registra un debate en todo el país sobre su adhesión al Partido Comunista (KSC) antes de la “Revolución de Terciopelo” de 1989.

Zeman se inscribió en el KSC durante el período de deshielo de la “Primavera de Praga”, en 1968, pero fue expulsado dos años después, durante las purgas que siguieron a la ocupación del país por las tropas soviéticas. Fischer es denunciado como un “trepador” por haber sido comunista de 1980 a 1989.

El nuevo presidente será el tercero después de la independencia de la República Checa en 1993, luego del ex disidente Vaclav Havel, fallecido en 2011, y del euroescéptico Vaclav Klaus. El segundo mandato quinquenal de Klaus expira el 7 de marzo.

Ambos fueron elegidos por el Parlamento en un procedimiento que fue criticado por su complejidad.En febrero de 2012, los diputados decidieron elegir a partir de esa fecha al mandatario por sufragio universal directo.

Aunque el presidente checo no tiene prerrogativas tan amplias como en Estados Unidos o en Francia, nombra o destituye al primer ministro y a los otros miembros del gobierno, ratifica las leyes adoptadas por el Parlamento o se opone con un veto que el Parlamento puede esquivar votando nuevamente el texto.