El dolor comienza a pasar para Claudio Rodríguez. El vallenarino, una de las estrellas chilenas para el Dakar 2013, sufrió un grave accidente en la cuarta etapa de la competencia que pudo haber tenido consecuencias graves de no haber sido por la oportuna intervención médica.

‘Burrito’ fue eyectado de su moto tras una difícil bajada, cuando marchaba 15º en la clasificación general y ya se ubicaba 12º en la etapa, lo que probablemente le habría asegurado un lugar en el top ten a la salida de Perú. Producto de la fuerte caída, el vallenario resultó con una fractura en su muñeca derecha, una contusión costal y una contusión en el hombro.

Para fortuna de Rodríguez, y de todos los miembros de Tamarugal XC Honda Racing, las Chaquetas Amarillas cuentan con apoyo de la Clínica Alemana en carrera y eso permitió que el Dr. Fernández tratara y estabilizara a Burrito prontamente, evitando consecuencias mayores. Una vez ya estable, el Dr. Fernández coordinó el traslado del vallenarino a Santiago vía aérea con personal de su centro de salud, con la idea de intervenirlo quirúrgicamente.

Fue gracias a la pronta intervención que cuando Burrito llegó a Santiago las consecuencias de la caída fueron menos graves de lo previsto. Tras ser visto por los especialistas, se determinó un tratamiento médico y no quirúrgico para Rodríguez, lo que podría disminuir los tiempos de recuperación estimados en 3 meses para volver al deporte competitivo.

En estos momentos, Rodríguez ya se encuentra trabajando para recuperarse y está con muy buen ánimo para volver prontamente al deporte competitivo.

Al respecto, Rodríguez señaló que “Estoy súper tranquilo y fue una gran noticia el hecho que los especialistas determinaran no operarme, porque eso puede achicar los tiempos de recuperación”.

Sin embargo, aseguró que “me da pena lo que pasó, porque iba 15º y con grandes posibilidades de seguir metiéndome arriba, porque ya en Chile conozco todas las rutas e iba a andar muy cómodo. Pero lo más importante es que demostré que soy un piloto de punta, para meterme entre los 10 o 15 primeros del Dakar y ya dejé de ser una eterna promesa“.