Pésimo día. Así definió su participación en la séptima etapa el mejor exponente chileno en autos Boris Garafulic, quien tuvo su rendimiento más bajo en lo que va del Rally Dakar 2013, al rematar en el puesto 27°.

El piloto del MINI Monster X-Raid Team, junto a su navegante francés Gilles Picard, tuvo serios inconvenientes con la suspensión de su vehículo. Con dificultad acabó los 218 kilómetros de especial entre Calama y Salta a 18’49” del ganador del día y líder de la general, el francés Stéphane Peterhansel. Pese a ello, sólo cedió un puesto en la general y se ubica 14°, a 2h49’01′ del galo.

Una vez instalado en el campamento de Salta, Garafulic explicó: “Como estábamos andando más rápido, se estaban calentando demasiado los frenos traseros. Por ello se puso más presión adelante para poder frenar más. Pero debíamos hacerlo más gradual porque en los autos los cambios deben ser marginales para ir notando la diferencia sin que genere problemas. Ocurrió que, por alguna descoordinación en el equipo, se puso todo al máximo. Eso produjo un auto más inestable, especialmente la parte trasera, que ‘bailaba’. Yo por lo general no pincho, soy súper cuidadoso y los dos neumáticos de repuesto quedaron averiados. Tuvimos que terminar sólo con la llanta de una rueda”.

Sobre el accidente que se produjo, Garafulic señaló que fue algo totalmente evitable.

Respecto a sus opciones de remontar, el corredor chileno fue optimista: “Todo va a cambiar, lo que viene obliga a un manejo con precaución. Eso a mí me favorece. Mañana será una etapa importante por su extensión. Como alguien me decía: lo bueno es que todo lo negativo nos ocurrió hoy día, porque si hubiese sido en una etapa larga, el panorama hubiese sido complejo”.

Más atrás quedaron los demás pilotos nacionales. Francisco Casale culminó la etapa en el lugar 50, Daniel Mas lo hizo en el 60, Fernando León el 65 y Maximiliano Ríos en el puesto 69.

La octava etapa tendrá una especial de 492 kilómetros entre Salta y Tucumán, con enlaces de 19 y 228 kilómetros.