Un grupo de médicos argentinos llevan a cabo la iniciativa “Susysafe”, que consiste en registrar los objetos más comunes que los niños aspiran o tragan. Esto, con el objetivo de crear conciencia de su efecto y orientar sobre las medidas que se deben tomar.
El plan, cuenta con la colaboración de especialistas de diversos hospitales de Argentino como, el Hospital Pediátrico Juan Garraham y el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
El diario Clarín puso como ejemplo el caso de Matías, un chico trasandino que aspiró una semilla de girasol y le provocó neumonía, advirtiendo que muchos otros niños corren la misma suerte.
La ingesta de cuerpos extraños como pepas, pilas, juguetes, piedras, entre otros elementos, es muy común en pequeños menores de 3 años, los cuales no saben diferenciar entre lo que es comestible y lo que no.
Normalmente estos hechos no producen síntomas inmediatos, por lo cual los padres no son capaces de percatarse a tiempo, agravándose la situación.
Y es que poca gente sabe lo peligroso que son estos pequeños artefactos, que pueden llegar a producir desde asfixia, tos, perforaciones, sangrado, dolor, hasta la muerte, como le ocurrió a una pequeña en Rioja, en España.
Luego de llevar a cabo el proyecto, afirmó Clarín, se vio un positivo balance del problema en Argentina, necesitando aún más información para poder bajar los casos y sus compilaciones, indicó el jefe de endoscopía respiratoria del Hospital Garraham, Hugo Rodíguez.
Del mismo modo, Alberto Chinski, profesor de otorrinolaringología de la UBA y funcionario del Hospital Gutiérrez, indica que el 80% de las veces los chicos se encuentran en compañía de un adulto, por lo tanto, su presencia no asegura el cuidado total del infante.
Además, los médicos muchas veces descartan la posibilidad de ingesta de cuerpos extraños por la ausencia de síntomas, retrasando su extracción.
Por lo mismo, Hugo Botto, especialista en endoscopia respiratoria del Hospital Garrahan recomienda a los padres no dar a los menores de 3 años porotos, nueces, aceitunas, semillas para jugar.
Cabe destacar, que gracias a la iniciativa, se logró establecer cuáles son los cuerpos más frecuentes que ingieren los niños, los que serían monedas y las semillas.
Diario Clarín
