El argentino Lionel Messi, que el lunes recibió su cuarto Balón de Oro como mejor jugador del 2012, se mostró ambicioso en una entrevista que la revista francesa France Football publicará este miércoles y advirtió: “Aún tengo hambre”.

A sus 25 años, este coleccionista de récords y que muchos le consideran ya el mejor jugador de la historia del fútbol, Messi admite que no se conforma con lo obtenido: “Aún tengo hambre, puesto que me quedan objetivos por alcanzar, vacíos que llenar”.

Pese a haber obtenido ya cuatro Balones de Oro consecutivo, algo que ningún otro jugador en la historia había logrado, Messi no descarta seguir acumulando trofeos.

“Si puedo ganar más, no me importará”, respondió Messi al ser preguntado si va a parar de coleccionar la estatuilla que representa una gran pelota dorada sobre una base de pirita. “¡Sólo hará falta hacer sitio en el armario”, bromeó.

El delantero argentino volvió a insistir en que, pese a que valora los títulos individuales, lo realmente importante son los éxitos en equipo: “Mi prioridad son los títulos que gane mi equipo. Los trofeos colectivos son lo más importante, todos los jugadores pueden confirmarlo. Siempre lo he dicho”.

Es por este motivo que considera que 2012 no fue su mejor temporada, ya que su equipo, el Barcelona, sólo logró ganar la Copa del Rey, un torneo menor.

Messi se impuso en las votaciones al Balón de Oro 2012, que otorga conjuntamente la FIFA y France Football a partir de las votaciones de seleccionadores nacionales, capitánes de selección y periodistas, al portugués Cristiano Ronaldo y al español Andrés Iniesta, compañero de la ‘Pulga’ en el Barcelona.

Curiosamente, Messi, como capitán de Argentina, no votó a su principal rival por el premio. “No por ello no le considero un gran jugador. Francamente, sería idiota pretender lo contrario. Simplemente tuve que hacer una elección (Xavi Hernández, Iniesta y Sergio Agüero”, se justificó.

Messi aseguró que hubiese estado “muy feliz si Andrés lo hubiese ganado”. De hecho, sin él, sin la ayuda de mus compañeros, de mis entrenadores, quizá no lo hubiese ganado”.

En este momento de la entrevista, Messi tuvo un recuerdo para los técnicos con los que ha trabajado en 2012 y de los que no se acordó en su discurso al recibir el premio en Zúrich: Pep Guardiola y Tito Vilanova en Barcelona y Alejandro Sabella con la selección argentina.

Messi también tiene el detalle de desear “que se cure completamente” del tumor por el que tuvo que ser operado recientemente.

El delantero recordó de nuevo sus dos peores momentos en 2012: el penal fallado ante el Chelsea en la vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones, que posibilitó la clasificación del equipo londinense, y la derrota en el Camp Nou ante el Real Madrid que certificó el título de Liga para el equipo blanco. Todo con tres días de diferencia.

“Todo eso me puso triste porque siempre quiero ganar, pero bueno, no es posible cada vez. Ahora, hace falta saber aceptarlo”, dijo Messi, que admitió que ha repetido “muchas veces” en su cabeza el penal que falló ante el Chelsea.

Por último, Messi, a quien con frecuencia se le ha recriminado su rendimiento con Argentina, reconoció que las cosas han cambiado en la albiceleste: “Ahora, me siento bien, está claro”.

“En un año hemos progresado mucho en todos los aspectos y estamos invencidos en la clasificación (para Brasil-2014).

En 2012, Messi marcó 12 goles con Argentina, igualando los goles marcados en un año con la albiceleste con lo realizado por Gabriel Batistuta en 1998. Además, marcó en seis partidos consecutivos, igualando el récord de Hernán Crespo, y logró sus dos primeros tripletes con la selección (contra Suiza en febrero y contra Brasil en junio, ambos amistosos).

Messi reconoce que su sueño sería jugar la final del Mundial contra Brasil en Maracaná, “pero el Mundial queda aún lejos”, “De hecho, y no le sorprenderá, hoy solo pienso en nuestro próximo partido, contra le Córdoba en Copa (e jueves)”, concluye.