Penas que parten desde los cinco años y día día de presidio arriesga Víctor Fernando Águila Nápoli, de 20 años, quien fue procesado por el homicidio de Hernán Nicolás Yáñez Cárdenas, de 46 años. El hecho quedó al descubierto en los primeros días de julio de 2012, cuando era rastreado por su participación en la muerte de otro hombre en la región del Bío Bío.

El hombre se trasladó hasta Osorno junto a su pareja, luego de asesinar –por medio de un disparo en el cráneo-, descuartizar y quemar a su amigo, Rubén Villagra Arias, en la ciudad de Cañete, hecho que habría sido motivado por los celos.

Respecto al homicidio en Osorno, el hecho quedó al descubierto en julio de 2012, cuando la propietaria del inmueble que era arrendado por Yáñez descubrió un cadáver tendido tras la puerta de una de las habitaciones de la vivienda. Las pericias efectuadas por el Laboratorio de Criminalística determinaron que el deceso se produjo por un traumatismo craneano encefálico, causado por un elemento contundente.

Posteriormente “El Nápoli” –como se le conoce al imputado- fue detenido cuando se encontraba en una residencia de Rahue Bajo, donde en la oportunidad era seguido por miembros de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Concepción, por el denominado caso “Osamentas Humanas”.

Para la formalización de la investigación, “El Nápoli” fue trasladado desde la cárcel de Lebu, donde se encuentra en prisión preventiva por el asesinato y descuartizamiento de su amigo, siendo posteriormente llevado de regreso hasta dicho recinto. En la ocasión no se solicitaron medidas cautelares, dado que ya las mantiene por el otro proceso judicial.