A dos años del incendio que afectó a la empresa Proagar ubicada en Llanquihue, sus socios están inmersos en una disputa judicial tras la presentación de una querella criminal por apropiación indebida de fondos, estafa y defraudación interpuesta en la Fiscalía de Puerto Varas.

El conflicto se gestó a partir de un acuerdo notarial firmado el 18 de abril del 2011 en la localidad de Llanquihue, cuando el dueño de la compañía decide vender un 90% de acciones a Tadao Iri, quien hasta esa fecha poseía una participación menor en el negocio.

La querella indica que la adquisición de las acciones se hizo con recursos provenientes de la misma sociedad productora Agar SA, pues Iri un mes antes de la firma del acuerdo obtuvo un crédito para la empresa, cuyos montos coinciden con lo acreditado en la transacción, es decir, más de mil millones de pesos.

El fundador de la compañía, Hiroshi Serio, quien vive en Japón, tomó cuenta de los hechos a raíz de una inspección de la contabilidad interna y luego inició las acciones legales en curso, señalando que hasta la fecha el nuevo accionista mayoritario no ha cumplido con los compromisos económicos adquiridos en el acuerdo firmado.

El demandante agregó que actualmente la empresa tiene un déficit económico, por lo que podría declararse en quiebra.

Cabe señalar que Hiroshi Serio, de 76 años, sentenció que esta situación estaría generando un daño patrimonial importante para Proagar y para él, pues posee negocios asociados en Japón a la producción de la industria en Llanquihue, agregando que lo único que desea es recuperar su compañía.