Este martes los trabajadores de la Fundación Pablo Neruda iniciaron una huelga legal, que mantiene cerradas la Casa Museo La Sebastiana de Valparaíso, Isla Negra y La Chascona de Santiago.

Durante la mañana, los empleados realzaron una protesta en la Plazuela Ecuador, en demanda por mejoras en los sueldos que no se ha efectuado, tras el fracaso de la negociación colectiva realizada en diciembre pasado.

Según señalaron los movilizados a Radio Bío Bío, pretenden que la Fundación les aumente el bono de locomoción de $200 diarios; de alimentación, de $113, más el bono de término de conflicto de $200 mil.

A juicio de los trabajadores, pese a que los representantes de la entidad han señalado a la prensa que están abiertos al diálogo, ésto no ha sido efectivo debido a que aún no se comunican con ellos.

La movilización contó con la presencia de Manuel Araya, el último asistente del poeta Neftalí Reyes, aprovechando de hacer un llamado a los ejecutivos Fernando Sáez y Agustín Figueroa, para que atienda los reclamos de los trabajadores.

“Neruda se habría muerto de nuevo al saber que está pasando en sus casas, porque era contrario a las huelgas”, aseguró Araya.