Un tribunal estadounidense escuchó el martes las frenéticas llamadas al número de emergencias 911 que hicieron las víctimas el 20 de julio durante el tiroteo en un cine en Colorado (oeste) donde se estrenaba Batman, que dejó 12 muertos y 58 heridos de bala.

En la primera de las 41 llamadas que recibió la policía en un lapso de 10 minutos se escuchan 30 detonaciones en menos de 30 segundos, lo que dificulta al operador del 911 escuchar lo que le dicen.

En otra, seis minutos después de la primera llamada, Kaylin Bailey (14 años) le dice al operador que sus dos primos fueron tiroteados y que uno de ellos al parecer no respiraba.

“Necesitamos que le hagas respiración cardiopulmonar a tu primo que no está respirando”, le dijo el operador.

“No puedo escucharte”, respondió Bailey, en medio del caos que tuvo lugar en un cine en la localidad de Aurora (cerca de Denver) el 20 de julio del año pasado.

Las audiencias preliminares comenzaron el lunes con las desgarradoras descripciones de los policías que respondieron a la masacre.

El juicio preliminar, que durará una semana y tiene lugar en un tribunal en Centennial, otro suburbio de Denver, tiene por objeto determinar si existe evidencia suficiente para enjuiciar a James Holmes, acusado de abrir fuego en el estreno de medianoche de “The Dark Knight Rises”.

Holmes compareció en el tribunal con barba y pelo castaño oscuro (el público lo recuerda con el cabello rojo, como lo tenía cuando fue arrestado, al parecer para emular al Guasón). Tenía la mirada fija en un punto indeterminado delante de sí y no habló con nadie en la sala.