Australia advirtió este viernes a sus ciudadanos que están combatiendo en Siria que se arriesgan a veinte años de cárcel, tras la muerte presunta de un australiano, el domingo, en este país en guerra civil.

Un portavoz del ministro de Relaciones Exteriores, Bob Carr, declaró que el gobierno ha recibido informaciones según las cuales, más de 100 australianos han participado en el conflicto desde 2011, aunque sin tener “pruebas” de su implicación en el momento actual.

En virtud de la ley penal de 1978, “está prohibido ir a un país extranjero con la intención de participar en hostilidades”, dijo.

“La pena es de 200 de prisión, y quien sea que en Australia reclute gente para luchar en el extranjero se arriesga a siete años”, advirtió el portavoz.

Al menos tres australianos se supone que han muerto en Siria. El último, apodado “Abu al-Walid al-Australi” murió el domingo en un ataque rebelde contra la base militar de Wadi Deif, en el noroeste del país, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El gobierno australiano ha condenado abiertamente al régimen sirio por las víctimas del conflicto, ha exigido la salida del presidente Bashar al Assad y ha expulsado a varios diplomáticos sirios.