La policía india inculpó formalmente este jueves a cinco de los seis presuntos autores de la violación colectiva, en un autobús en Nueva Delhi, de la joven estudiante que murió como consecuencia de la agresión, primera etapa que da inicio al proceso judicial.

Los sospechosos, que tienen entre 19 y 35 años de edad, y que podrían ser condenados a muerte si son hallados culpables, no estaban presentes cuando se autorizó a los medios de comunicación a entrar en la sala de audiencia para escuchar una parte de la lectura del proceso verbal.

“Hemos inculpado a los cinco acusados”, declaró un policía, que participó en la investigación, ante el tribunal de Saket, en el sur de Delhi. Los cinco hombres fueron acusados de asesinato, secuestro y violación.

La próxima audiencia tendrá lugar el sábado.

Según la ley india, la policía debe exponer oficialmente los cargos retenidos ante el tribunal así como el detalle de las pruebas acumuladas en contra de los sospechosos.

El pasado 16 de diciembre, a la salida de un cine, una joven de 23 años había tomado un autobús en compañía de su novio, pero en el vehículo ambos se encontraron con seis hombres en estado de ebriedad, quienes la violaron varias veces y la agredieron sexualmente con una barra de hierro antes de arrojarla del vehículo en movimiento.

La joven estudiante en fisioterapia murió el sábado en Singapur, donde había sido trasladada de urgencia el jueves en estado crítico ante lesiones intestinales y cerebrales.

La violencia de este ataque despertó la cólera hasta ahora contenida en India contra las agresiones y violaciones cometidas con total impunidad en el país.

La suerte del sexto acusado, que pretende tener 17 años, está aún por determinar, hasta que se proceda a pruebas óseas que determinarían su edad, indicó a la AFP un portavoz de la policía.

Si su edad fuera confirmada, el sexto acusado deberá comparecer ante un tribunal para menores.

El acta de acusación de 1.000 páginas redactado por la policía reúne las pruebas acumuladas en contra de los acusados, siendo las más graves las que se basan en el testimonio del novio de la víctima después de la violación.

El novio, presente en el bus durante la agresión, fue golpeado con una barra de hierro, antes de ser lanzado fuera del vehículo.

Según la prensa india del miércoles, citando un informe de la policía, los sospechosos intentaron atropellar a la joven después del ataque. “Su novio la alejó cuando vio que el autobús daba marcha atrás para atropellarla”, añadió el diario The Indian Express.

Varios centenares de manifestantes, entre ellos abogados, se reunieron este jueves frente al tribunal para exigir que las mujeres sean mejor protegidas por el sistema judicial indio.

“¿Por qué la tasa de condenas por violación es tan baja en India? Jueces, ¡Despiértense!”, se podía leer en una pancarta.

Sólo el 26% de los 24.206 casos de violaciones registrados en 2011 dio lugar a una condena, según cifras de la Oficina Nacional de la Delincuencia.

Los abogados vinculados al tribunal de Saket anunciaron el miércoles que se niegan a defender a los acusados.

“Decidimos que ningún abogado se presente para defender a los acusados de la violación, porque sería inmoral defender el caso”, anunció a la AFP Sanjay Kumar, un abogado miembro del Colegio de Abogados del distrito de Saket.

Según Kumar, los 2.500 abogados registrados en este tribunal decidieron “permanecer al margen” para asegurar una “justicia rápida”, lo que significa que abogados de oficio representarán a los sospechosos.

El chofer del autobús, presentado por la policía y los medios de comunicación como el cabecilla de la agresión, es descrito por sus vecinos como un bebedor aficionado a las riñas.

Según la policía, los seis sospechosos habían bebido antes de tomar el autobús para una salida nocturna.

El secretario de Educación, Shashi Tharoor, abrió el miércoles un debate al proponer una nueva ley que castigue más severamente las agresiones sexuales y que lleve el nombre de la joven.

El hermano de la víctima afirmó este jueves al diario The Indian Express que su familia no se opone a esta idea.

“Mi padre cree que si quieren que esta ley lleve el nombre de mi hermana pueden hacerlo, será como un homenaje a su memoria”, dijo.

Aunque la prensa publicó muchos elementos de la vida personal y familiar de la víctima, su nombre no fue revelado, ya que habitualmente se mantiene el anonimato de las víctimas de crímenes sexuales para evitar que ellas o sus familiares sean estigmatizados.