El delantero ghanés del Milan Kevin-Prince Boateng abandonó el campo durante un amistoso contra el Pro Patria de cuarta categoría después de recibir insultos racistas por parte de un grupo de personas que estaban la grada y sus compañeros de equipo le siguieron posteriormente.

“Salir fue la decisión correcta después de algo como lo sucedido”, declaró el entrenador del Milan Massimiliano Allegri acerca del choque, que se interrumpió en el minuto 26.

“Tenemos que detener estos actos grotescos. Italia es un país que tiene que mejorar y ser más civilizado”, añadió el preparador a los periodistas presentes.

“Es algo intolerable, era sólo un amistoso. No podíamos haber seguido, teníamos que dar ejemplo”, añadió el capitán del equipo Massimo Ambrosini.

El presidente de la Federación Italiana de Fútbol Giancarlo Abete apoyó el gesto de Boateng y denunció un “resurgimiento de la discriminación racial”.

“Fue un incidente horrible e intolerable”, añadió el presidente federativo, que conminó a los organismos deportivos a trabajar con la policía para identificar a los aficionados racistas.

Boateng, en el momento de irse, recogió el balón y lo lanzó a la grada antes de hablar con el árbitro y dirigirse a los vestuarios mientras se quitaba la camisa.

Los compañeros del Milan también se marcharon pese que a los jugadores del Pro Patria les pidieron que se quedaran.

Por su parte, Gigi Farioli, alcalde de la localidad lombarda de Busto Arsizio (norte), donde tiene su sede el Pro Patria, calificó la actitud de Boateng de “inapropiada”.

“Ha lanzado un balón a 200 km/h contra un aficionado”, criticó el alcalde, que consideró que debía haber sido el árbitro quien hubiese tenido que acabar con los gritos de los aficionados… y expulsar a Boateng por su “reacción inapropiada”.

Boateng, de 25 años, nacidio en Alemania pero que jugó con Ghana el Mundial-2010, estuvo antes en las filas del Tottenham, Borussia Dortmund y Portsmouth.

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