Existen varios casos de personas que, presionados por la cercanía de las vacacione, comienzan una especie de maratón deportiva sobre exigiendo al máximo su cuerpo en períodos cortos de tiempo y con un descanso, que muchas veces, no es precisamente el correcto.

Erróneamente, muchas veces creemos que al aumentar el entrenamiento mejoraremos el rendimiento y, en esencia, eso no es tan así y nos podría llevar a padecer una serie de lesiones.

Una persona que se sobre exige, sin tomar periodos adecuados de descanso, está en riesgo de desarrollar lesiones y otros problemas de salud. Cuando el ejercicio se convierte en una adicción sin control, éste puede resultar en una condición compleja que se conoce como el “síndrome de sobre-entrenamiento” y que se caracteriza por presentar en la persona síntomas físicos y psicológicos que afectan tanto entrenamiento, así como el rendimiento de los deportistas.

La señal más común para darnos cuenta que estamos “sobre entrenando” es principalmente la disminución en el rendimiento deportivo que se tenía. Las personas suelen padecer cansancio y falta de ánimo, situación que no sucede cuando mantenemos un descanso adecuado.

Las principales manifestaciones físicas del sobre entrenamiento son:

-Disminución en el rendimiento
-Cansancio excesivo durante el día, falta de interés en tareas cotidianas
-Dificultad para relajarse
-Aumento en el pulso durante el descanso
-Músculos adoloridos
-Lesiones que son usualmente el resultado de la sobrecarga de trabajo y que no mejoran con la terapia física
-Nausea y malestar estomacal, falta de apetito.
-Susceptibilidad a infecciones, especialmente infecciones respiratorias

Este problema también lleva consigo manifestaciones psicológicas como; Dificultad concentrándose, tendencia a olvidar, dificultad para dormir y alguna inestabilidad emocional.