Nueve rehenes fueron liberados la noche del domingo tras una intensa persecución policial a un grupo de asaltantes de una fábrica de joyas que se había internado con ellos en una zona boscosa del estado brasileño de Rio Grande do Sul, informó la policía militar.

Los delincuentes, todavía prófugos, fueron cercados por la policía y presionados para que dejaran en libertad a sus víctimas, que se encuentran en buen estado, dijo el capitán Juliano Amaral, comandante del operativo.

“No hubo enfrentamientos (…) el grupo estaba escondido entre la maleza y al divisar a las patrullas se aproximó y se identificó como rehenes”, señaló Amaral a la prensa.

Los secuestrados, entre ellos siete miembros de una misma familia, incluida una menor de 12 años, recobraron su libertad en una zona rural del municipio de Cotiporá, en la sierra gaúcha de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil.

“Todos están bien (…), la prioridad era localizar a los rehenes y hacer este rescate con tranquilidad, preservando su vida”, señaló por su parte el coronel Sergio Abreu, comandante de la Brigada Militar, a la Radio Gaúcha.

La policía había desplegado desde tempranas horas una intensa persecución por tierra y aire de un grupo de al menos cinco asaltantes que tomaron a los rehenes tras robar una fábrica de joyas y enfrentarse a tiros con autoridades.

“Hubo un intenso intercambio de tiros. Tres asaltantes murieron y dos policías quedaron heridos”, declaró más temprano un portavoz de la policía militar.

Entre los muertos está Elisandro Falcao, de 31 años, uno de los hombres más buscados de Rio Grande do Sul y cabecilla de una banda especializada en espectaculares asaltos con explosivos a bancos y cajeros automáticos.

Los sospechosos dinamitaron la entrada de la fábrica de joyas, se llevaron un botín -que en parte fue recuperado por la policía- y en su fuga se encontraron con una patrulla.

A raíz de la reacción policial, se dividieron en dos grupos. Uno de los asaltantes tomó dos rehenes que departían en un bar, y los otros irrumpieron en una vivienda y secuestraron a siete personas de una misma familia.

El dueño del bar, que evitó identificarse, contó a la Radio Gaúcha que vio cuando “hombres encapuchados” entraron al sitio y se llevaron a los rehenes.

“Me subí a una camioneta para protegerme, y uno de los bandidos también subió y fue baleado en la cabeza. Murió en el lugar”, sostuvo.

La policía militar se lanzó a la búsqueda con varias unidades, dos helicópteros y perros adiestrados.

Tras la liberación de los rehenes continuarán los operativos para detener a los delincuentes prófugos, dijo el capitán Amaral.