Pese a su mala fama, el estrés no siempre es perjudicial. En situaciones normales, nos ayuda a tener respuestas saludables frente a situaciones peligrosas que requieren de todas nuestras capacidades. Sin embargo, si estas se extienden durante mucho tiempo, pueden comenzar a provocar problemas laborales, familiares o de salud, e incluso ser fatales.

Según el manual de manejo de estrés de la editorial de negocios de la Universidad de Harvard, debemos centrarnos en evitar las preocupaciones tóxicas, es decir, aquellas producidas por problemas que nos preocupan más de lo normal, y que acaban abrumándonos. Ejemplos de situaciones laborales que la provocan son:

· Aumento en la carga de trabajo
· Reducción de remuneración
· Aumento de responsabilidad
· Un cambio de trabajo, tareas o equipo
· La amenaza permanente de perder el empleo

De igual forma, existen entornos laborales que contribuyen a aumentar nuestros niveles de estrés, sobre todo aquellos donde predomina una sobrecarga de trabajo, una “cultura trabajólica” empresarial, un supervisor o jefe difícil, o tener que lidiar con colegas negativos o conflictivos.

El siguiente test, aparecido en la Harvard Business Press, te ayudará a identificar mediante una serie de preguntas si estás sufriendo un cuadro de angustia por estrés que podría ser tóxico.

Al concluir podrás obtener algunas sugerencias según tu situación, que van desde ordenar tus prioridades hasta buscar asesoría médica.