El presidente uruguayo José Mujica volvió a defender este jueves el proyecto para legalizar la comercialización de cannabis indicando que busca “dominar e influir en la puerta de entrada a la drogadicción”.

En un texto difundido por la Presidencia, Mujica sostiene que “en las últimas décadas el peor flagelo para América latina ha sido el crecimiento constante del narcotráfico”, recordando que uno de cada tres presos en el país lo está por delitos relacionados con drogas.

Además, en el mismo documento sostiene que la represión, desde hace más de 50 años, no logra desarticular el mercado ilegal de las drogas; además, Mujica señaló que el incremento del narcotráfico se dio a partir de la crisis económica de 2002.

“No se trata de defender una droga benigna. Toda adicción es mala, de plano. El objetivo es dominar e influir en la puerta de entrada a la drogadicción”, destacó, indicando que se busca “arrebatarle el mercado de la marihuana a la acción clandestina y tratar a la adicción severa como una enfermedad peligrosa”.

Mujica -que anunció en junio el polémico proyecto que pretende que el Estado asuma el control de la producción y venta de la droga- había dicho la semana pasada que es necesario “llevar suave” (despacio) la discusión porque aunque en el Congreso la izquierda gobernante dispone de mayoría absoluta, la mayoría “se tiene que dar en la calle”.

El freno se produjo tras la difusión de una encuesta de la consultora local Cifra que mostró que un 64% de los uruguayos está en contra de la legalización y sólo un 26% está a favor del proyecto que permite poseer hasta 40 gramos de marihuana mensuales a consumidores registrados, seis plantas a quienes cultiven la droga y 90 a clubes de consumidores.

Actualmente el consumo de marihuana no está penado en Uruguay, aunque sí su comercialización, y son los jueces quienes deciden la cantidad de droga que puede tener una persona para consumo personal.

De concretarse el polémico proyecto Uruguay sería el primer país en el mundo en desarrollar este tipo de proceso.