Estados Unidos llamó este martes al Presidente de Egipto, Mohamed Mursi, a trabajar para “poner fin a las divisiones” tras la aprobación en un referéndum de una polémica nueva Constitución basada en el islam propuesta por el mandatario.

“El futuro de la democracia de Egipto depende de forjar consensos amplios detrás de sus nuevas reglas e instituciones democráticas”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.

“El presidente Mursi… tiene una responsabilidad especial de moverse hacia adelante de una manera que reconozca la necesidad urgente de poner fin a las divisiones, construir confianza y ampliar el apoyo al proceso político”, agregó.

Más tarde este martes, la comisión electoral egipcia confirmó que 64% de los votantes respaldaron la Constitución en el referéndum de dos etapas que finalizó el fin de semana, un proceso que según la oposición se vio empañado por fraude.

La batalla sobre la Constitución dio paso a un mes de protestas, algunas de ellas violentas, incluidos enfrentamientos el 5 de diciembre que dejaron ocho muertos y cientos de heridos.

Washington ha apoyado consistentemente a Egipto en su camino hacia la democracia después del derrocamiento el año pasado del líder Hosni Mubarak, dijo Ventrell, al tiempo que advirtió que las opiniones de la oposición no deben ser silenciadas.

“Hemos llamado a una consulta genuina y al compromiso (en Egipto…) Y esperamos que todas las partes se vuelvan a comprometer para condenar y prevenir la violencia”, dijo el portavoz.

“Egipto necesita un gobierno fuerte e inclusivo para hacer frente a sus muchos desafíos”, agregó.

Ventrell estimó que el futuro del país, un aliado estratégico de Estados Unidos, “depende no de la habilidad de una parte de prevalecer por encima de la otra” sino más bien del compromiso de todos de “encontrar un camino para avanzar más unidos”.