El emperador de Japón, Akihito cumplió el domingo 79 años que celebró con una alocución ante miles de sus súbditos, en la que dijo que rezaba por las víctimas del tsumani del 11 de marzo de 2011 y que se había recuperado perfectamente de la operación del corazón de febrero pasado.

El soberano, de pie en el balcón del palacio imperial, saludó a las miles de personas concentradas reunidas en el Jardín del Este y que agitaba banderitas japonesas.

En una muy breve alocución, Akihito dijo que pensaba en las víctimas del sismo, el tsunami y el accidente nuclear que azotaron a Japón el 11 de marzo del 2011.

“Sufrí una operación cardíaca en febrero que preocupó a mucha gente. Estén seguros, por favor, que llevo actualmente la vida que llevaba antes”, agregó el emperador japonés.

Akihito fue operado exitosamente del corazón el 18 de febrero de 2012.

“En el tiempo que queda del año, que fue nuevamente un año difícil, preveo rezar por la felicidad de todos los japoneses y, en particular, por los afectados por la catástrofe”, dijo Akihito.

El emperador, jefe de Estado de Japón, ejerce una función simbólica y no dispone de ningún poder político.

Akihito accedió al trono del Crisantemo en 1989 a la muerte de su padre Hirohito.