Desde que el Dakar llegó a América del Sur para la edición 2009, la categoría quads tiene un progreso que corresponde a la vez a un creciente interés por estos vehículos con sensaciones únicas y con una cultura históricamente expandida en el universo del todo terreno en el continente.

Mientras que 13 quads se habían inscripto en el último Dakar que se corrió en África, la cantidad casi se triplicó, ya que se esperan 40 en la largada de Lima el 5 de enero próximo (12 nacionalidades). Entre ellos, los representantes de los tres países que reciben la competencia son la mitad del pelotón.

Y en la historia reciente, tienen la costumbre de agregar calidad a la cantidad: en total, los hispanoparlantes obtuvieron ¡9 de los 12 lugares en los podios de llegada de los últimos cuatro Dakar!

Sin embargo, la hora del cambio quizás esté cerca en la categoría. La saga familiar orquestada por los argentinos Patronelli tiene un nuevo episodio que cambia la situación, ya que Marcos, el hermano menor se encuentra sin la compañía de Alejandro, el doble poseedor del título no estará presente por razones profesionales.

Marcos se encuentra entonces solo, lo que no le había impedido imponerse en el 2010, pero la densidad de nivel no debería ser la misma en la pista y en las dunas. La competencia vendrá primeramente del clan argentino, el joven Tomas Maffei, que creció en la sombra de los Patronelli, no quiere detenerse en el 3er escalón que conquistó el año pasado. Siguiendo del lado sudamericano, el chileno Ignacio Casale y el uruguayo Sergio La Fuente, que completaban el Top 5, estarán también con grandes ambiciones.

Pero las amenazas más serias llegan quizás de los pilotos que cruzaron los océanos para desafiar a los pilotos de la cosecha. En el 2012, los dos corredores polacos Lukasz Laskawiec y RafalSonik, que habían frecuentado respectivamente el podio en el 2011 y en el 2009, no habían podido correr en la clasificación general de la categoría en razón de una incompatibilidad técnica de sus quads con los reglamentos.

Esta vez serán más vigilantes y determinados a partir a la conquista del título. No siempre los recién llegados a la disciplina son los que más se esperan en los primeros puestos. Pero podemos hablar realmente de principiante para un piloto como KeesKoolen, que terminó el Dakar en moto luego un buggy monoplaza ¿y ahora se ataca con apetito a la categoría? No es tanto el caso de Sebastián Husseini, que empezó en el Dakar pero ya obtuvo el título mundial en el 2007: la reputación de su manillar asusta a todos los corredores de cuadris del continente sudamericano.