Un juez argentino aceptó este martes la apelación del poderoso multimedios Clarín y volvió a suspender la aplicación de una cláusula antimonopólica de la ley de medios, en otro capítulo de la guerra judicial que el grupo mantiene con el gobierno de Cristina Fernández.

El juez Horacio Alfonso le concedió a Clarín la apelación a su propio fallo emitido el viernes, que consideró constitucional dos artículos de la ley que obliga al grupo a desprenderse de decenas de medios audiovisuales y remitió la causa a la Cámara de segunda instancia, informó el martes el Centro de Información Judicial (CIJ).

“Ley de Medios: El juez Alfonso concedió la apelación. Se trata del recurso presentado por el Grupo Clarín contra la resolución que rechazara un planteo de inconstitucionalidad de artículos de la Ley de Servicios Audiovisuales (2009) y el levantamiento de toda medida cautelar dictada en el proceso”, precisó el CIJ, órgano oficial de prensa de la Corte.

Se trata de un nuevo paso de un intricado proceso judicial que lleva más de tres años y que puede terminar en la Corte Suprema.

El Grupo Clarín, uno de los más poderosos de América latina y crítico de Fernández, considera que la ley constituye un ataque a la libertad de expresión y a su patrimonio.

La apelación frena entonces la aplicación de la ley y el proceso de transferencias de oficio de las licencias que inició el lunes el gobierno argentino.

La transferencia de oficio está prevista para los grupos que tienen más licencias de radio, televisión que las previstas en la norma y que no han presentado en tiempo y forma un “plan voluntario” de desinversión.

De acuerdo con el gobierno, Clarín es el único de 20 grupos mediáticos que no ha presentado su plan de desinversión voluntario.

Según datos oficiales, Clarín posee el 41% del mercado de radio, el 38% de la TV abierta y el 59% de la TV por cable, cuando el máximo (que marca la ley) en todos los casos es 35%.

El grupo Clarín tiene el diario de mayor circulación en Argentina, canales de aire y de cable, radios y redes de TV por cable, con un volumen de negocios de 9.753 millones de pesos (unos 2.000 millones de dólares) en 2011.