Muy legítimamente, la abrumadora noticia de esta semana fue la maníaca matanza de 20 niñitos pequeños y 6 adultos en la escuelita básica Sandy Hook, en Connecticut, Estados Unidos. Y a esas 26 víctimas fatales hay que agregar al propio desquiciado homicida, Adam Lanza, de 20 años, quien antes de salir de su casa ya había asesinado a su propia mamá, Nancy Lanza, de un balazo en la cara.

Por cierto, el número de víctimas fatales, y el hecho de que los niños muertos eran pequeños estadounidenses, hizo que nadie prestara ni la menor atención a que en la China, el mismo viernes 14, a la misma hora local de la mañana, un hombre de 36 años, armado con un cuchillo de cocina, atacó a los niñitos que entraban a clases en una escuelita básica de Guanshan.

En realidad , si nos tomásemos el trabajo de revisar la crónica roja de todo el mundo, encontraríamos que el terrible caso de la escuelita de Connecticut fue uno más, acentuado por el horrible saldo de muerte.

Escucha la crónica completa de Ruperto Concha aquí: