El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, anunció que renunciaba a su cargo este viernes,luego de ser inculpado por abuso de confianza y fraude.

“Legalmente no estoy obligado a presentar mi renuncia, pero decidí renunciar a mis funciones de ministro de Relaciones Exteriores y de Viceprimer Ministro”, declaró Lieberman en un comunicado.

La renuncia de Lieberman, jefe del partido ultranacionalista Israel Beiteinu y principal aliado del primer ministro Benjamin Netanyahu, se produce a cinco semanas de las elecciones legislativas israelíes.

El jueves “renuncié inmediatamente a mi inmunidad parlamentaria”, dijo Lieberman que recordó que era investigado y sometido a escuchas telefónicas desde hace 16 años.

“Quiero que termine sin tardar este caso y lavar definitivamente mi nombre. Tomé esta decisión también con la convicción de que los ciudadanos de Israel puedan ir a votar con este problema resuelto”, dijo Lieberman refiriéndose a las elecciones previstas el 22 de enero próximo.

Así, “podre servir a los ciudadanos de Israel y formar parte de la próxima dirección fuerte y unida que enfrentará los desafíos de seguridad, políticos y económicos” de Israel, agregó Lieberman.

El jueves, el fiscal general de Israel Yehuda Weinstein, anunció que inculpaba a Avigdor Lieberman por abuso de confianza y fraude en uno de los dos caso de corrupción en los que estaba siendo investigado.

Lieberman fue inculpado por “abuso de confianza y fraude” por haber promovido al ex embajador de israelí en Belarrús, Zeev Ben Ariech, quien le había entregado información confidencial sobre una investigación policial contra su persona en ese país.

“Decidí presentar un acta de inculpación contra Lieberman por haber propuesto al gobierno en diciembre de 2009 nombrar al ex embajador en Belarús en otro país, a pesar de que, según las pruebas en nuestro poder, él sabía que había cometido una falta profesional”, dijo el fiscal general.

Según el fiscal general, Zeev Ben Ariech transmitió a Lieberman “informaciones secretas, en particular detalles sobre una investigación policial” contra el canciller.

En cambio, el fiscal general dijo que no había “pruebas suficientes para inculpar” a Lieberman en el caso de financiamiento ilegal de las campañas electorales.

“Después de haber examinado el expediente, llegué a la conclusión que no hay pruebas suficientes para inculparlo en este caso y decidí archivar el caso”, explicó Weinstein.