El club argentino Tigre, que denunció agresiones en el vestuario y se negó a jugar el segundo tiempo de la final de la Copa Sudamericana el miércoles, cuando perdía por 2-0 ante el Sao Paulo, inventó los incidentes porque “temía una goleada”, afirmó el abogado y asesor de la presidencia del Sao Paulo, José Francisco Manssur, en declaraciones al sitio G1 de Globo.

La Copa fue atribuida al Sao Paulo porque Tigre no salió a la cancha, en una caótica final a 18 meses de la Copa del Mundo-2014 en Brasil.

Manssur comparó la actitud de Tigre con la farsa del golero chileno Roberto Rojas, que en la eliminatoria de la Copa del Mundo 1990, cuando Chile perdía 1-0 contra Brasil, fingió ser alcanzado por una baliza lanzada desde la tribuna del Maracaná, cuando en realidad se cortó con una hoja de afeitar que llevaba escondida en un guante para interrumpir el juego, alegando falta de seguridad.

“¿Se acuerda de Rojas? Ya había determinado que en algún momento se cortaría, como quedó comprobado después de la investigación de la policía y de la FIFA. En la Sudamericana, Tigre perdía por 2-0 y temía una goleada en el segundo tiempo. Las imágenes de la televisión son claras. En el campo, intentaban crear confusión porque sabían que no iban a agarrar la pelota. Querían anular el juego y por eso prefirieron quedarse en los vestuarios a encarar el segundo tiempo”, dijo Manssur al sitio G1 de este jueves.

Después del primer tiempo, cuando los argentinos entraron en el vestuario, “quebraron todo lo que encontraron por delante. Con pedazos de madera vinieron en dirección al espacio destinado a los atletas del Sao Paulo, protegido por 10 agentes de seguridad. La orden era no dejar pasar a nadie. Y fue eso lo que sucedió. Eran 10 de los nuestros peleando contra 25 de ellos”, afirmó Manssur.

Los policías militares que estaban en la cancha fueron llamados, y hubo una nueva confrontación entre oficiales y argentinos, que terminó con algunos heridos leves de ambos lados, según G1.

Los jugadores de Tigre “no vinieron aquí para jugar fútbol, vinieron para pegar, para agredir”, dijo el golero del Sao Paulo, Rogerio Ceni, a Arena SportTV. “Es fácil reconocer que fue algo premeditado. Pensaron que hasta iban a anular el juego”, agregó.

La policía brasileña investiga los incidentes ocurridos en el estadio Morumbí de Sao Paulo.