Entre rezos y cánticos, cientos de seguidores y colaboradores del presidente venezolano, Hugo Chávez, celebraron este martes por la noche el éxito de la operación contra el cáncer a la que se sometió el mandatario en Cuba.

“Me siento feliz, lloro de alegría y felicidad por mi comandante”, dijo a la AFP Isabel Barrios, una caraqueña de 50 años que, vela en mano, participaba en una vigilia por la salud del mandatario en la céntrica Plaza Bolívar de Caracas.

Barrios, como otras decenas de seguidores del mandatario, no contuvo las lágrimas y aplaudió cuando vio en directo la transmisión en la que el vicepresidente Nicolás Maduro anunció que la operación de Chávez culminó de manera “exitosa”.

Esta mujer aún recordaba la noche “triste” del sábado, cuando Chávez anunció que debía someterse a una operación “imprescindible” contra una recaída del cáncer, que le diagnosticaron en 2011.

“Amo a Chávez con mi corazón”, exclamó, asegurando que intercambiaría de situación con el presidente “si en mis manos estuviera”.

Estos “son mis protectores y tienen que protegerlo a él también, con el favor de Dios y la virgen, tiene que venir sano y salvo”, dijo por su parte Nancy Alizo, otra seguidora del mandatario, mostrando dos imágenes religiosas junto a una foto de Chávez.

La operación, la cuarta a la que se somete el presidente de 58 años desde que le fue detectado un cáncer a mediados de 2011, duró seis horas y Chávez ya se encuentra en su habitación recuperándose, según dijo Maduro en su mensaje al país.

Tras la alocución, el propio vicepresidente se trasladó a la plaza Bolívar y compartió con la multitud, que entonó una versión del himno nacional grabada con la voz del propio mandatario y gritó reiteradamente “Te queremos, Chávez, te queremos” y “Vivirá, vivirá, el comandante vivirá”.

Antes de partir a Cuba, el mandatario designó a Maduro, que también es el ministro de Relaciones Exteriores, su heredero político en caso de que quedara “inhabilitado” para gobernar.

La escena en la plaza Bolívar recordaba las distintas misas, oraciones y vigilias que se celebraron en distintas partes del país desde el domingo, apenas horas después del anuncio de Chávez.

Con velas, estampitas religiosas y banderas de Venezuela en sus manos, los seguidores del mandatario participaron también en una misa en la céntrica plaza, en la que se leyeron salmos y se cantaron canciones populares.

Entre los asistentes sobresalían de verde efectivos militares y miembros de las milicias, un componente de civiles armados creados por Chávez.

Pero el rojo, color del oficialismo, también brillaba en las ropas de los presentes, como en Iraida Guerra, emocionada al evocar la angustia de los últimos días.

“Sentimos una gran alegría, una fuerza entre todos nosotros”, apuntó Guerra, con el nombre de Chávez estampado en su franela.

El ambiente festivo también se sintió en el palacio presidencial de Miraflores, desde donde el canal oficial VTV transmitió imágenes de los colaboradores de Chávez celebrando el éxito de la operación.

“Estamos felices y no tenemos dudas de que el comandante es un luchador, un guerrero. La esperanza no la perdemos”, dijo la ministra de la Mujer, Nancy Pérez, mientras otros colaboradores del mandatario gritaban “Chávez, amigo, Venezuela está contigo”.