Este martes se inició la última etapa oral del juicio llevado a cabo en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde Perú interpuso una histórica demanda contra Chile por el límite marítimo que separa a ambos países.

En la jornada el agente peruano Allan Wagner y el equipo jurídico que lo acompaña tendrán la última oportunidad para entregar sus argumentos, junto con responder la pregunta del juez marroquí Mohamed Bennouna.

El primero en hablar durante esta jornada fue el abogado Alan Vaughan Lowe, quien comenzó su alocución cuestionando los argumentos que Chile presentó el viernes pasado y, nuevamente, criticando el acuerdo de 1952.

Con respecto a esto se enfocó en el punto 4 de la Declaración de Santiago, que se refiere a la delimitación de las 200 millas marítimas a partir del contorno de las islas habitables en la zona. Según el abogado la existencia de este punto no es argumento para afirmar que el acuerdo completo tiene características de tratado, ya que la reunión tenía fines pesqueros. “¿Cómo es que dos países invitados a una conferencia ballenera terminan firmando tratados limñitrofes?”, ironizó el abogado.

Además, afirmó que las zonas marítimas de 200 millas de las únicas islas existentes entre los tres países que firmaron el acuerdo, no se extienden más allá de los trazados desde el continente.

Vaughan Lowe finalmente afirmó que las interpretaciones de Chile son incorrectas, y que éstas no son excusa para introducir argumentos “que no estaban” dentro de un texto como el de 1952.

Perú afirma incoherencia en argumentos chilenos

Luego fue el turno del inglés Michael Wood, quien manejó su discurso en torno a los mismos puntos y recordó los argumentos entregados por Chile el pasado viernes, analizando la historia de los tratados y examinando la interpretación del acuerdo de Viena.

Además apuntó al uso práctico del mar mediante cableado submarino e investigación científica, que fueron pruebas presentadas por Chile en la jornada anterior. “Incidentes aislados no pueden resultar ser una secuencia de actos concordantes o coherentes… Hay muchas incoherencias, incertidumbres y contradicciones, incluso en la propia practica de Chile”, dijo Wood.

Con un tono más agresivo que en los anteriores alegatos, el jurista indicó que Chile no ha sido capaz de demostrar la existencia de tratados limítrofes y señaló que las pruebas presentadas no son suficientes. “No es suficiente que la practica demuestre lo que piensa una parte en un momento determinado. Lo que debe demostrar para ser tomada en cuenta, es el acuerdo de ambas partes en cuanto a la interpretación del tratado” sentenció.

Respondiendo a La Haya

Más tarde habló el Francés Tullio Treves, quien tras entregar el contexto histórico en que se firmó el acuerdo de 1952, entregó la respuesta a la pregunta del juez Mohamed Bennouna, señalando que hubiese sido inimaginable la firma de un tratado en esa época, pues no tenían el derecho internacional para firmar un documento con soberanía de las 200 millas.

El jurista afirmó que hubiese sido asombroso ver construido un tratado de límites, pero que ambos países son conciencies de que no fue así. “Perú y Chile eran plenamente conscientes de que la reivindicación de ejercer derechos soberanos y jurisdicción en una zona marítima de 200 millas era algo que no encajaba, que no correspondía al derecho internacional de esa fecha”, señaló Treves.

Además reiteró el carácter de acuerdo pesquero que tuvo el acuerdo de 1952 para Perú. “La intención de Chile y Perú, a la que unió su voz Ecuador en Santiago, fue la de proteger sus recursos pesqueros esenciales, declarando una zona marítima de un mínimo de 200 millas”, indicó

Finalmente señaló que no pretenden tener fronteras que no sean equitativas, afirmando que los alegatos de Chile demuestran el poco interés que tiene por tener un acuerdo equitativo.

Reconocimiento de acuerdos

El último en intervenir durante la mañana fue el abogado estadounidense Rodman Bundy, quien se enfocó en la preocupación de Chile por un acuerdo firmado en 2011 entre Perú y Ecuador, hecho que nuestro país ve como un reconocimiento al acuerdo de 1952.

Bundy señaló que es inconcebible que los abogados que representan a Chile crean en esta situación, dando como ejemplo el acuerdo que firmó Chile y Argentina en 1982, en el cual incluso había mapas, a diferencia de la Declaración de Santiago del 52.

En contraste a la postura chilena, el jurista señaló que la declaración de Perú y Ecuador en la que publicaron las fronteras marítimas, es la clara demostración de que antes no había tratados de delimitación marítima entre los tres países que firmaron el acuerdo de 1952.

“39 años demoró Ecuador en identificar sus líneas para trazar un mapa y luego materializar las fronteras con Perú, un año menos de lo que tardó Chile en cambiar sus mapas después de la Declaración de Santiago”, sentenció.