Un reportaje de Ciper Chile reveló las pruebas que presentó la Fiscalía sobre la venta de acreditaciones de Luis Eugenio Díaz Corvalán, expresidente de la entidad reguladora, a cinco universidades privadas del país.

Luis Eugenio Díaz, quien presidió y era un influyente miembro de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), está siendo procesado por soborno, cohecho y lavado de activos en una investigación por presuntas coimas desde hace algunos meses.

Díaz Corvalán estaría vinculado a las universidades del Mar, Internacional SEK, Pedro de Valdivia, Andrés Bello, Uniacc y Bernardo O’Higgins. Además, tendría relaciones similares con la Universidad Autónoma y en instituto Incacea, ambos propiedad del actual ministro de Justicia, Teodoro Ribera.

Las casas de estudio le habrían pagado al menos 290 millones de pesos, montos comprobados por el Ministerio Público, pero no se descarta la existencia de más. Éstos los habría obtenido principalmente por “asesorar” a los establecimientos educacionales al mismo tiempo que estaban activos sus procedimientos oficiales de acreditación.

Los antecedentes indican que en 2010, cuando Luis Díaz fue presidente del CNA, siete universidades de las 14 que lo eligieron para el cargo debieron acreditarse. Todas lograron aprobar la petición. Éstas son: Pedro de Valdivia, Uniacc, Las Américas, Autónoma, del Mar, Gabriela Mistral, Unicit y Ucinf.

Algunos pagos revelados fueron de la Universidad Pedro de Valdivia, con que Díaz tenía un contrato de 50 millones de pesos por asesorías para acreditación, con mayores ganancias en caso de lograrlo. Con la Uniacc tuvo dos contratos por un total de 43 millones de pesos.

En el caso de la SEK, propiedad del dirigente de fútbol Jorge Segovia, mismo dueño de Unión Española y miembro de la directiva de la ANFP, debió someterse nuevamente a la medición en 2011, obteniéndola por tres años más tras varias gestiones irregulares del imputado.

Díaz, quien ya no presidía la CNA, comenzó pidiéndole al rector de la SEK, José Enrique Schroeder, que contratara a “una sobritina”, la periodista Andrea Moraga, según consignó Ciper.

A través de un correo electrónico, éste le aseguró a Schroeder que al contratar a Moraga “contarías con mi asesoría permanente, a través de ella, en este periodo y en forma permanente, sin que sea necesario que me recompensen de ninguna otra manera”. Así, la institución le habría pagado indirectamente por sus servicios.

En un segundo mensaje, Díaz fue más allá y le propuso crear la Dirección de Vinculación con el Medio, y que lo contrara a él mismo como director y a su sobrina. Así, le garantizaba la aceptación de su solicitud, afirmando que “nadie se va a atrever a pensar siquiera en no acreditar una institución donde yo esté”.

Obtener la acreditación era de vital importancia para la SEK, ya que con ésta sus estudiantes podrían acceder al Crédito con Aval del Estado. Finalmente, tras aprobar el proceso, recibieron más de 400 millones de pesos por concepto del CAE, pudiendo mejorar un poco su complicada situación económica.

Respecto a estos correos, el expresidente de la CNA dijo que “me avergüenza”. Asimismo, en ese periodo también filtró un informe financiero de la universidad realizado por la Comisión al rector Schroeder, para que éste pudiera preparar una respuesta con antelación. Sobre esto, señaló que “no lo recuerdo exactamente. Si alguna vez lo hice, fue por rebeldía de principios”.

Vínculos con el ministro Ribera

Se establecieron algunos vínculos de Luis Díaz con el actual ministro de Justicia, Teodoro Ribera, quien es dueño de la Universidad Autónoma y el instituto Incacea. Ambos se habrían visitado con frecuencia en sus oficinas, según fuentes de Ciper.

De acuerdo a la investigación, el exmiembro de la CNA le pidió por medio de un correo electrónico a Ribera que aceptara en su sede en Talca a un sobrino nieto suyo, quien quería cursar kinesiología. Además, le solicitó una beca para él, la cual no se sabe si finalmente fue otorgada.

Luego de que Ribera fuera designado titular de Justicia, éste contrató a Díaz para que llevara a cabo dos investigaciones, una en noviembre del 2011 y la otra durante este año. Por ambas habría ganado alrededor de 10 millones de pesos.

En enero de 2012, la CNA rechazó la solicitud del instituto Incacea para acreditarse, debido a su mala situación económica. En el proceso todos los consejeros habría votado contra la institución menos Luis Díaz y Juan José Ugarte, quienes se mostraron a favor.

Lee el reportaje completo de Ciper Chile aquí.