Rusia no consiguió este domingo poner en órbita un satélite de comunicaciones, en un nuevo fracaso para la industria espacial de este país que en los últimos años ha acumulado un cierto número de fallos, anunció una fuente oficial.

“El 9 de diciembre, cuando se acercaba el momento de la puesta en órbita del satélite Yamal 402, éste se separó del cohete con cuatro minutos de avance”, explicó la agencia espacial rusa Roskosmos en un comunicado.

Sin embargo, el satélite sigue estando bajo control y debería poder integrar su órbita con sus propios motores, indicó a la agencia rusa Interfax una fuente en el seno de la industria espacial rusa.

Yamal-402, que había sido lanzado el sábado del cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, pertenece a Gazprom Space System, filial espacial y de telecomunicaciones del gigante del gas ruso, y debía servir para las comunicaciones en Rusia, en Europa Central y Occidental, en el Medio Oriente y en Africa del Norte.

En los últimos años, Rusia ha tenido una serie de fracasos en sus lanzamientos de satélites o de vehículos de carga hacia la estación espacial internacional. Por el contrario, todas las misiones habitadas se han desarrollado sin problemas.