El Arzobispado de Santiago afirmó que recibieron con dolor el fallo contra el ex vicario Cristián Precht, acusado de cometer abusos contra menores y mayores de edad. Agregó que le están prestando ayuda psicológica para evitar que esto se repita en el futuro.

Señalando que “lo que no es asumido no es redimido”, el obispo Auxiliar de Santiago, Cristian Contreras, se refirió a la situación que vive la Iglesia Católica a raíz de la condena del Vaticano contra el ex vicario Cristian Pretch, luego que se constataran conductas abusivas por su parte.

Afirmó que – por respeto a las víctimas – no van a entregar el número de denunciantes ni sus identidades, pero sí indicó que, por lo menos, hay un caso de abuso sexual a menores por parte del religioso.

Respecto a la condena de Precht – donde se le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal por 5 años – Contreras afirmó que él no puede asegurar que el ex vicario no vuelva a cometer alguna conducta impropia, pero sí que la Iglesia pondrá todos los recursos que tenga para evitar que esto suceda.

Incluso agregó que le están prestando ayuda psicológica al ex vicario, como a todos los sacerdotes que están pasando por momentos complejos.

A su vez, la abogada canónica, Ana María Celis, aseveró que este caso no se compara con el de Karadima – donde se le prohibió el ejercicio completo y permanente del sacerdocio – ya que la condena eclesiástica que se da a un sacerdote depende del tipo de delito, de la prolongación de los hechos y de las pruebas en su contra.

Agregó que de la medida tomada contra Precht se desprende que las “conductas abusivas” citadas hablan de – al menos – una falta al sexto mandamiento del derecho canónico, es decir, al menos un abuso sexual contra un menor de edad.

El resto de los casos que se mencionan habrían sido conocidos por el Vaticano a través de la conexión con la denuncia principal.

Agregó que el ejercicio público del sacerdocio significa que no puede administrar el sacramento de la confesión ni la dirección espiritual de menores, pero puede celebrar la misa de forma privada.