Este jueves se inició el juicio oral en Osorno contra el ex soldado conscripto del Regimiento Reforzado Nº 9 Arauco, Mirko Villalobos Fuentes, acusado por el Ministerio Público del homicidio del electricista identificado como Nelson Adrián Castelblanco Teneo, de 54 años, arriesgado una pena de hasta 10 años de cárcel.
En primera instancia se llamó a declarar al imputado, el que fue interrogado por el organismo persecutor, la abogada querellante del caso y por la Defensoría, donde quedó en evidencia la falta de relación entre las declaraciones actuales y las vertidas el día de su detención ante la Policía de Investigaciones.
En diálogo con Radio Bío Bío la fiscal de la causa, Leyla Chahín, manifestó que solicitarán –de ser hallado culpable el joven- una pena de presidio mayor en su grado mínimo.
Por su parte, la viuda del Castelblanco, Sandra Peña, manifestó que si bien ellos llevaban algunos años separados, él era el padre de sus hijos, por lo que exige justicia. Añadió que su hija -que era la más allegada al occiso- actualmente presenta un severo cuadro de angustia a raíz de lo sucedido.
El hecho se remonta a la madrugada del 9 de octubre del pasado 2011 cuando, según testigos oculares del hecho, se vio a un joven agrediendo con golpes de pies y puños a un adulto que se encontraba tendido en el suelo, sin oponer resistencia.
Según el conductor de un taxi colectivo que pasaba por el lugar y que dio el aviso a Carabineros, el acusado propinaba patas a la cabeza del hombre enterrándole el taco del zapato en la cara, pero al ver su presencia huyó del lugar, tras lo cual fue detenido el joven.
dentro de sus declaraciones, Mirko Villalobos señaló que ese día se encontraba de franco, concurriendo a una fiesta en las cercanías de la Escuela México. Cerca de la medianoche se retiró a su hogar, asegurando que, mientras caminaba a tomar un colectivo, advirtió que un grupo de sujetos golpeando a un tercero. De acuerdo a sus declaraciones, encaró a los desconocidos para que se detuvieran y se acercó a la víctima, huyendo producto del miedo al percatarse que éste no reaccionaba.
