Sólo un 4% de los jóvenes tiene una alimentación óptima, un 59% de regular calidad y un 37% una mala alimentación, según reveló “Mi Fitbook”, novedosa herramienta digital creada por el Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad Católica, con el apoyo de Fundación Banmédica.

La iniciativa busca promover la vida saludable en jóvenes y adolescentes, con el objetivo de ayudarles a prevenir enfermedades crónicas y así permitirles alcanzar un mayor bienestar en la adultez.

Los resultados de este informe fueron obtenidos a partir de la información proporcionada por 7.722 usuarios, entre 10 y 20 años, que respondieron voluntariamente todos los cuestionarios de “Mi Fitbook”.

Si estos resultados se analizan según los tipos de comida, se puede ver que un 37% de los jóvenes consume menos de una porción diaria de verduras, mientras que sólo un 8% come tres o más porciones cada día, que es lo que recomienda la Dieta Mediterránea. Algo similar ocurre con las frutas. Sólo un 24% consume dos o más porciones diarias y un 27% come menos de una porción cada día.

El consumo de legumbres tampoco es motivo de orgullo para un país productor de este alimento. Si la dosis recomendada es más de dos veces a la semana, sólo un 10% de los jóvenes cumple con ese valor.

En relación a los cereales integrales, un 81% asegura no consumir en la cantidad recomendada, 2 o más porciones al día.

En el caso de los pescados y mariscos, los resultados son aún más alarmantes. Sólo un 5% de los jóvenes los consume más de dos veces a la semana (dosis recomendada), mientras que un 62% menos de una vez por semana.

Finalmente, otro aspecto complejo debido a su estrecha relación con los índices de obesidad es el consumo de azúcar, alimentos azucarados, golosinas y dulces. En este punto, el 50% de los jóvenes consume azúcar y alimentos azucarados en exceso, mientras que sólo el 17% lo hace con moderación.

ALCOHOL Y TABACO

Considerando un universo de personas entre 10 y 20 años, un 16% reporta el hábito de fumar. Sin embargo, esta cifra empeora significativamente al analizar los resultados en el segmento de los universitarios, donde el porcentaje de fumadores aumenta a 32%.

En tanto el 33% de los jóvenes encuestados declara consumir alcohol y, en el segmento de 17 a 20 años, existe un 41% que se declara bebedor excesivo.

Entre 14 y 16 años, edad en que no esta permitido el consumo de alcohol, el 33% declara consumirlo.

Para la sicóloga de la Universidad Católica, Nuria Pedrals, estas cifras no sólo son preocupantes por el perjuicio que puede provocar el consumo de alcohol en la salud física de los jóvenes, sino que “muestran falta de reflexión sin miedo sobre este tema en la familia y los colegios y universidades, lo que dificulta establecer estrategias saludables, positivas y efectivas para enfrentar el problema”.

Por otro lado, ella agrega que “no podemos dejar de lado que un 15% de los jóvenes chilenos, incluso bajo condiciones adversas, tienen éxito para desarrollar un estilo de vida saludable y sería muy interesante conocer y aprender de sus experiencias y recursos personales para aplicarlos en el resto de los jóvenes”.