La Corte de Apelaciones de Santiago inició la revisión de las condenas de 14 militares en retiro chilenos y uruguayos por el secuestro y asesinato del químico Eugenio Berríos, ocurrido en 1991. En los alegatos, la defensa espera probar que no existieron los delitos de asociación ilícita y secuestro.

En la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago comenzaron este martes los alegatos por la condena en contra de los militares en retiro por el crimen del químico Eugenio Berríos Sagredo, en 1991.

Durante al menos dos semanas, los magistrados Carlos Cerda, Gloria Ana Chevesich y la abogada integrante Teresa Álvarez deberán escuchar los argumentos de 18 abogados inscritos.

La defensa de los condenados busca revertir la sentencia dictada en septiembre de 2010 por el juez Alejandro Madrid, en contra de los ex integrantes de la Dirección de Inteligencia del Ejército, DINE y la Auditoría General de la institución castrense.

Uno de ellos, fue el general retirado Hernán Ramírez Rurange, jefe de la DINE, quien fue sentenciado a cinco años y un día por secuestro y a tres años y un día por asociación ilícita. Su abogado, Claudio Feller, pedirá su absolución.

El abogado Carlos Castro indicó que en el caso de los militares uruguayos, Tomás Casella, Eduardo Radaelli y Wellington Sarli, se espera comprobar que no tuvieron participación en los delitos.

La abogada Fabiola Letelier, hermana del asesinado Orlando Letelier, subrayó la importancia que los Tribunales puedan cumplir con su labor.

La última vez que se vio con vida a Berríos fue el 15 de noviembre de 1992, cuando acudió a una comisaría del balneario del Parque del Plata, cercano a Montevideo, a denunciar que había sido secuestrado.

El cadáver de Berríos, con impactos de bala en la cabeza, fue encontrado en 1995 en la playa El Pinar.

Berrios habría sido el objetivo de una operación de inteligencia militar para evitar que declarara en el juicio por el caso de Orlando Letelier, ex canciller del gobierno del presidente Salvador Allende, asesinado en un atentado con explosivos en Washington en 1976.