El estado de salud del centenario arquitecto brasileño Oscar Niemeyer es “grave”, tras una infección que obligó a conectarlo a un respirador y a sedarlo, así lo informaron sus médicos el pasado miércoles.

“Por una infección respiratoria, el paciente está respirando con ayuda de aparatos y se encuentra sedado. El estado de salud de Oscar Niemeyer es grave”, dice el boletín firmado por el médico Fernando Gjorup, del hospital Samaritano de Rio de Janeiro, donde el arquitecto está internado desde hace más de un mes.

Niemeyer ingresó al hospital el 2 de noviembre, pocos días después de haber recibido el alta tras permanecer casi dos semanas internado por una deshidratación.

El arquitecto, se hizo conocido tras diseñar los principales edificios de la nueva capital, un trabajo por el cual fue recompensado en 1988 con el premio Pritzker, equivalente al Nobel de arquitectura. Catalogado como el padre de la arquitectura brasileña, es famoso por diseñar la ciudad de Brasilia junto al urbanista Lucio Costa en 1960.

Con más de 600 obras en su palmarés y una veintena de proyectos en curso en Brasil y en el extranjero, como la mezquita de Argel, este hombre de apariencia frágil y lúcida mirada ha dicho que quiere seguir “sorprendiendo”.

En febrero, Niemeyer supervisó antes del carnaval de Rio las obras de renovación del Sambódromo, que construyó hace 30 años y donde se llevan a cabo los desfiles de las grandes escuelas de samba.

Oscar Niemeyer participó entre otras cosas en la concepción de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (1952) y diseñó el Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi (1996), cerca de Rio, célebre por su forma de platillo volador.