Este martes a las 06:00 horas comenzó la segunda jornada de alegatos de Perú en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en la fase oral de un histórico juicio por el diferendo marítimo con Chile.

En la instancia el equipo jurídico de Perú apuntó directamente a los puntos fuertes del argumento chileno, analizando los acuerdos de 1952 y 1954, los cuales para Lima son sólo documentos de carácter técnico destinados a regular la actividad pesquera, no válidos como tratados limítrofes.

Para lo anterior invocaron la Convención del Mar de la ONU de 1982, el derecho a las 200 millas náuticas y el memorándum enviado en 1986 por el embajador peruano Juan Miguel Bákula, que según afirmaron, es el primer acercamiento oficial de ambos países en torno a temas de límites marítimos.

Quien abrió esta segunda etapa fue el litigante Alan Vaughan Lowe, que se enfocó en la Declaración de Santiago de 1952 suscrita por Chile, Perú y Ecuador, la cual -a juicio del abogado- no constituye un tratado de demarcación marítima, pues su objetivo era analizar la explotación de la industria pesquera y ballenera, por lo que afirmó que en ninguna parte figuraba una demarcación marítima.

Junto con esto indicó que Perú, Chile y Ecuador coincidían en que la Declaración de Santiago sólo delimitaba zonas marítimas de los participantes en el caso de haber islas, por lo que esgrimió que los argumentos de Chile son “pobres, interesados y absurdos” a la hora de interpretar el citado acuerdo.

Luego fue el turno de Michael Wood, quien criticó los argumentos de La Moneda en torno al acuerdo de 1954, afirmando que Chile no puede confirmar un tratado de delimitación “no existente” y que a la vez está distorsionando la realidad en torno a estos límites marítimos. El jurísta consideró como “inadmisible la interpertación” que nuestro país hace sobre el acuerdo, afirmando al igual Vaughan Lowe, que dicho documento era sólo de índole técnica para aspectos pesqueros.

Junto con esto Wood enfatizó en que “Chile pide que lean en este texto algo que no está ahí”, ya que a su juicio no hay señales de una delimitación fronteriza en los documentos, calificando de error la actitud de nuestro país.

Más tarde y tras un receso, el francés Tullio Treves comenzó su breve alocución recordando los nuevos tratados de la ONU en torno al derecho del mar y señalando que en 1986 se realizó el primer acercamiento oficial entre ambos países, con el memorandum enviado por el entonces embajador peruano Juan Miguel Bákula, quien “presentó una propuesta de delimitación y no la negociación de un acuerdo existente”, lo que según palabras de Treves “invalidaría” los argumentos chilenos basados en los acuerdos 1952 y 1954.

Finalmente habló el estadounidense Rodman Bundy, que analizó aspecto técnicos de los acuerdos, afirmando inconsistencias en los argumentos chilenos y contradicciones en el comportamiento tras el memorándum de Bákula de 1986.

“No aportan fundamentos los argumentos de Chile respecto a los avisos de navegación”, señaló Bundy al explicar que en los últimos 40 años nuestro país no ha emitido cartas que demarquen límites marítimos y señalando que no hay una cartografía oficial que sustente la posición chilena.

Además señaló que durante la década del 90 “Chile empezó a mostrar una frontera marítima en sus mapas”, afirmando que “claramente eran cambios interesados”.

“Chile sencillamente ha sido incapaz de señalar ninguna parte de legislación promulgada por Perú o por Chile, en la que se indique un paralelo de latitud indicado por alguna de las partes”, sentenció Bundy al señalar que nuestro país presenta mucho material, pero de contenido reducido.

Recordemos que Perú reclama la jurisdicción sobre unos 27.000 km2 que hoy son considerados alta mar, en un proceso que comenzó en 2004 y que se concretó en 2008, cuando el gobierno peruano acudió ante la Corte Internacional de La Haya, dejando en manos de los jueces la tarea de fijar la frontera marítima tras cuestionar que la línea de proyección hacia el Pacífico esté trazada en base a un paralelo y no sobre una línea equidistante, como concibe desde 1982 la Convención del Mar de la ONU.

Durante la primera jornada, realizada este lunes, los abogados que representan a Perú acusaron a Chile de “inventar” sus límites marítimos, argumentando principalmente que “la delimitación nunca se ha fijado y en ausencia de esa delimitación la misma debe ser determinada por la Corte”, por lo que reclamaron una “solución equitativa” para el trazado de la frontera marítima.