Tras la aprobación por parte del Comité de Ministros del proyecto central termoeléctrica Punta Alcalde, en Huasco, en la Región de Atacama, Oceana expresó su rechazo a la iniciativa y responsabilizó al Gobierno de ensañarse contra una de las zonas más contaminadas y discriminadas del país.

Para la entidad “la aprobación de Punta Alcalde es un bochorno para Chile. ¿De qué sirve que el Presidente Piñera califique a Huasco como una tragedia ambiental si luego sus ministros aprueban una nueva termoeléctrica a carbón en este lugar? Esta decisión arbitraria perjudicará severamente a la comunidad de Huasco y compromete la credibilidad de nuestras autoridades”.

El director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz, sostuvo que la propuesta energética fue rechazada por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Atacama el 25 de junio pasado, luego de tener 5 oportunidades para mejorar su Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental. “La principal razón para ello, fue el incumplimiento que tenía el proyecto de las exigencias impuestas por la Seremi de Salud de Atacama, para asegurar que la central no empeorará la calidad del aire de la zona y, por lo tanto, que no afectará la salud de los habitantes de Huasco y sectores aledaños. Después de conocerse la resolución de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Atacama, Endesa presentó al Comité de Ministros un recurso de reclamación para intentar revertirla, lo que finalmente sucedió hoy”.

En tanto, el director de Greenpeace, Matías Asún, sostuvo que con lo resuelto por el Comité “es preocupante ver cómo el Gobierno da una señal que contraviene el trabajo y opinión calificada de técnicos que han objetado el proyecto en el espíritu de hacer valer reglas del juego claras sobre los impactos ambientales. Hoy la señal es que si uno promete portarse bien, a pesar de no tener la documentación mínima, puede buscar soluciones políticas para abrirse paso”.

Si bien la aprobación supedita a cambios en el proyecto, desde la entidad condenaron dicho señalamiento pues es “evidencia de que se ha buscado una solución política para ceder a las presiones de los gremios que hoy demandan energías a bajos costos, pero que no tienen ninguna disposición a asumir esas externalidades, traspasándolas al medio ambiente y a las comunidades que habitan en las áreas que serán afectadas”.

“Esta aprobación por secretaría es particularmente reprochable en tanto el propio presidente Piñera ha calificado como gravísima la situación ambiental de Huasco que es donde se construirá la central. Necesitamos un compromiso político decidido con el bienestar de Chile y con nuestros potenciales renovables, por todos conocidos. Seguir carbonizando la matriz es perpetuar una historia mediocre en materia de energía”, dijo Asún.