Analistas internacionales explicaron que es normal que no se presenten sorpresas durante los alegatos en La Haya, ya que se trata de verbalizar los documentos entregados por los países litigantes.

Mientras algunos plantearon que la posición chilena se fortalece frente a la decisión de Perú de ignorar la frontera marítima, otros auguraron una nueva etapa en la relación entre ambos países luego que se conozca el fallo de la Corte Internacional.

Finalizó el primer día de alegatos peruanos en La Haya y varios dirigentes políticos de nuestro país salieron a declarar que “no habían sorpresas” en los argumentos de Lima.

Incluso, el diputado Tarud, del PPD, acusó de “fome” la performance peruana.

El analista internacional Raúl Sohr explicó porque no podía esperarse otra cosa.

Pero, igual hubo espacio para los análisis.

El experto en relaciones internacionales de la Universidad Mayor, Samuel Fernández, señaló que la argumentación peruana no responde a la visión moderna del derecho, la que valora la práctica con que se concretizan los tratados entre los países, y que en este caso se ejemplificaría con los casi 50 años donde Perú no habría objetado el acuerdo marítimo de 1954.

Según Fernández, en los años transcurridos desde la firma de los tratados y el reclamo peruano, estaría la principal fortaleza chilena.

Con el inicio de los alegatos en la Corte Internacional de Justicia, las discusiones se intensificaron en los centros de pensamiento, y también en la calle.

Contrario a lo que pudiera pensarse, que el conflicto en la justicia internacional pudiera agudizar las diferencias entre nuestros países, la socióloga peruana radicada en Chile, Lucia Dammert, argumentó que este proceso viene a inaugurar una nueva etapa en las relaciones entre Lima y Santiago.

Dammert valoró además que la argumentación peruana no estuviera acompañada de un excesivo uso de la historia bélica entre Chile y Perú, lo que a su juicio fortalece este nuevo “estado” de las relaciones diplomáticas entre ambos Estados.