Casos de dopaje que datan de los Juegos de Atenas-2004, el escándalo de las entradas en Londres-2012 y la medalla del estadounidense Lance Armstrong em 2000 serán temas de discusión en la agenda del Comité Olímpico Internacional (COI), martes y miércoles en Lausana.

En un elegante hotel de la ciudad suiza, y no en su propia sede, que resultó inundada en noviembre, la Comisión ejecutiva del COI encarará también los preparativos para los JO de Rio de Janeiro-2016 y los de invierno de Sochi-2014 y Pyeongchang-2018, pero antes tiene que zanjar asuntos pasados.

Con respecto a los viejos casos de dopaje (de hace más de ocho años), en la primavera boreal pasada el COI sacó del refrigerador varias muestras tomadas durante los JO de Atenas, en 2004, para someterlos a nuevos métodos de detección de dopaje, precisamente antes de que venciera el plazo reglamentario de 8 años.

Los análisis se saldaron con media docena de casos dudosos, pero el COI no brindó los nombres de los involucrados, y recién lo hará cuando finalicen los procedimientos disciplinarios respectivos.

No obstante, uno de ésto es conocido: se trata del bielorruso Ivan Tikhon, vicecampeón de martillo en Atenas, quien no compitió en Londres, y también había dado positivo en Pekín-2008, en que fue tercero, aunque conservó el bronce por un fallo de procedimiento.

Armstrong, por su parte, nunca fue controlado positivo, pero la Agencia antidopaje de su país (Usada) demostró que se dopó durante prácticamente toda su carrera. El COI decidirá sobre su medalla de plata en la contrarreloj de Sídney-2000, y se anuncia que el asunto llevará su tiempo.

También estará sobre el tapete un informe de la Comisión de ética del COI por el escándalo de entradas en Londres-2012, en el que numerosos miembros de Comités nacionales son sospechosos de haber revendido tickets.