Francia y Gran Bretaña convocaron el lunes a los embajadores israelíes en sus respectivas capitales para protestar por el proyecto de construcción de 3.000 nuevas viviendas en Jerusalén Este y en Cisjordania ocupadas, pero sin confirmar que se planteen llamar a sus embajadores en Israel, lo que sería una primicia.

Yossi Gal y Daniel Taub, respectivamente embajadores israelíes en Francia y en Gran Bretaña, fueron convocados el lunes por la mañana para oír “la desaprobación” de París y las “preocupaciones” de Londres por la extensión de las colonias judías en los territorios palestinos ocupados por Israel.

Los dos países recalcaron los “obstáculos” que tal proyecto significa para una solución con dos Estados del conflicto israelo-palestino.

Israel anunció el viernes su intención de construir 3.000 viviendas suplementarias en Jerusalén Este y en Cisjordania, en particular en la zona llamada E1, particularmente controvertida.

E1 está situada entre Jerusalén y la colonia de Maalé Adounim, donde Israel se comprometió ante Estados Unidos a no construir. Si hubiera construcciones en ella, esa zona uniría Maalé Adounim a los barrios de colonización de Jerusalén Este, cortando Cisjordania en dos y comprometiendo la viabilidad de un futuro Estado palestino.

Esta decisión israelí ha suscitado críticas internacionales, incluso de Estados Unidos, tradicional aliado de Israel. Washington consideró que el proyecto hace “retroceder la causa de la paz”.

Israel anunció su proyecto de construcción al día siguiente de que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara una resolución que otorga a Palestina el estatuto de Estado observador no miembro. Francia votó en favor de esa resolución, Gran Bretaña se abstuvo.

Israel decidió asimismo en represalia el bloqueo de la transferencia a la Autoridad Palestina de 460 millones de shekels (unos 120 millones de dólares) de impuestos colectados por el Estado hebreo.

Obstáculo a la solución de dos Estados

Para el gobierno británico, la decisión de expandir los asentamientos, “amenaza la viabilidad de la solución de dos Estados”, que incluye la creación de uno palestino.

“Hemos instado al gobierno israelí a que reconsidere (su decisión). Le hemos dicho al gobierno israelí que si sigue adelante con esta decisión, entonces habrá una fuerte reacción”, señaló el Foreign Office en un comunicado.

El sábado, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, exhortó a las autoridades israelíes a “abstenerse” de llevar a cabo ese proyecto de nuevas implantaciones en los territorios palestinos, y estimó de la misma manera que el mismo sería “un obstáculo serio a la constitución de dos Estados”, al impedir “la contigüidad territorial de un futuro Estado palestino”.

Francia y Gran Bretaña no confirmaron empero que se planteen llamar a sus embajadores en Israel, lo que sería una primicia en sus relaciones diplomáticas con ese país.

Según el diario israelí Haaretz, Paris y Londres se plantean tomar esa medida de manera concertada.

“Esta vez no será sólo una simple condena. Se van a tomar verdaderas medidas contra Israel”, declaró un diplomático europeo citado por Haaretz.

Consultado al respecto por la AFP, un portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores confirmó que Francia, Gran Bretaña y la Unión Europea protestaron ante el director general de su ministerio, Rafi Barak.