El presidente de Guatemala, Otto Pérez, anunció este lunes que ampliará por 30 días el estado de calamidad en la región del oeste del país, devastada desde el pasado 7 de noviembre por un terremoto de 7.4 grados, que dejó 44 muertos, a fin de agilizar la reconstrucción.

“El secretario general de la Presidencia elabora el documento (donde se amplía el estado de calamidad) para que esté listo antes de que se venza el que está vigente, para que el Congreso de la República lo pueda ratificar”, dijo en rueda de prensa el mandatario guatemalteco.

El día del terremoto, el gobierno decretó por 30 días el “estado de calamidad pública” en los departamentos de Retalhuleu (suroeste), Quetzaltenango, Sololá, Quiché, Totonicapán, San Marcos y Huehuetenango (oeste) para priorizar las acciones ante la emergencia.

Dos días después, las autoridades guatemaltecas incluyeron a Suchitepéquez, en el suroeste de la capital, con lo que serían ocho los departamentos más afectados por el movimiento telúrico.

De acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Guatemala necesita 207 millones de dólares para la etapa de reconstrucción.

El terremoto de 7,4 grados de magnitud, de momento tuvo su epicentro bajo el océano Pacífico, a 24 km de la costa, según el servicio sismológico de Estados Unidos y dejó 44 muertos, unos tres millones de afectados y casi 7.000 viviendas con daños serios.

Este lunes, tres sismos (dos de 4,5 grados y uno de 4,3 grados), sacudieron El Salvador, Guatemala y Nicaragua, sin que se registraran víctimas o daños materiales, según informaron los organismos sismológicos de esos países.