Grecia inició este lunes la delicada operación para la recompra de deuda, de cuyos resultados depende en parte la prolongación del apoyo financiero de la UE y el FMI, y que será examinado por la zona euro en Bruselas, junto con el rescate de Chipre y la supervisión bancaria.

Los ministros de Finanzas de la zona euro se reúnen en la tarde de este lunes para estudiar los detalles de la operación griega iniciada este lunes para la recompra de deuda en manos privadas.

El objetivo de este canje, cuyos primeros resultados se conocerán el 13 de diciembre en la cumbre europea, es reducir la deuda griega al 124% del PIB para 2020, tal y como acordó el Eurogrupo en la última reunión de hace una semana en Bruselas.

Del éxito de la recompra depende el desbloqueo, esperado para el 13 de diciembre, de nuevos fondos del préstamo concedido por la UE y el FMI al país heleno, congelados desde junio, para evitar que se declare en suspensión de pagos.

Los prestamistas privados que deseen participar en el intercambio voluntario recibirán hasta 10.000 millones de euros en títulos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

Los tenedores de deuda afectados tienen de plazo hasta el 7 de diciembre para participar en este operación, que concluirá 10 días después.

La operación abarca 20 líneas de deuda que vencen entre 2023 y 2042, por un monto global de 62.300 millones de euros y que están en manos de acreedores privados del país, precisó la agencia. En marzo pasado, los acreedores privados ya condonaron unos 107.000 millones de euros de deuda en sus activos.

Los analistas prevén la quita de unos 20.000 millones de euros en deuda griega en esta operación.

El Estado griego ha previsto una horquilla para la recompra que va de un mínimo de 30,2% a 38,1% del valor nominal a un máximo de entre el 32,2% al 40,1%, dependiendo del plazo de vencimiento de los títulos, según la PDMA.

El FMI ha anunciado que esperará a los resultados de esta operación para decidir si desbloquea su parte del crédito concedido a Atenas, pero el comisario europeo para Asuntos Monetarios Olli Rehn, dijo el viernes que está confiado en que se entregará el nuevo tramo de fondos, dando a entender que los europeos lo harán, si fuera necesario.

Por su parte, el ministro griego de Finanzas, Yannis Sturnaras, subrayó el viernes que el país tiene “un deber patriótico” de acabar con éxito esta operación, en un llamamiento implícito a los bancos griegos para que participen en la misma.

El rendimiento que pagaban los bonos griegos a 10 años en el mercado de la deuda era este lunes el más bajo desde la reestructuración de la misma en marzo pasado. Hacia las 10H00 GMT, la tasa griega se situaba en 14,670% contra 16,131% el viernes al cierre.

El Eurogrupo también analizará el rescate de Chipre con el fin de que se llegue a una “decisión final lo antes posible”, dijo Rehn, antes de advertir que todavía queda mucho trabajo por hacer.

“El problema es que actualmente, no hay una visión real de las necesidades de la isla”, confió un diplomático europeo, que espera una “presentación exhaustiva y transparente de la situación económica de Chipre”.

El martes, los ministros de los 27 países de la Unión Europea tratarán de que se avance en la regulación del sector bancario europeo: tanto en la creación de un supervisor único en la zona euro confiado al Banco Central Europeo como en el marco regulador de “Basilea III”, cuya entrada en vigor el 1 de enero de 2013 parece en duda.

En lo que respecta a la supervisión bancaria, los 27 deben encontrar un compromiso que tenga en cuenta los deseos de los países no miembros de la zona euro, como Suecia, que quiere participar en el mecanismo con voz y voto, así como la supervisión de los bancos pequeños que podría hacerse a nivel local, con algunas condiciones.

En cuanto a la nueva reglamentación del sector bancario, cuyos trabajos están atrasados, no se descarta que los europeos modifiquen el calendario inicial.