El presidente estadounidense Barack Obama pidió en tono de broma a los miembros de la banda de rock Led Zeppelin, no destruir la Casa Blanca, aludiendo a sus excesos legendarios en la década de 1970, al darles la bienvenida en ocasión de los premios del centro Kennedy, este domingo.

“Estos muchachos han redefinido el estilo de vida rock ‘n’ roll”, dijo Obama en el Salón Este, la sala ceremonial de la Casa Blanca, dirigiéndose al cantante Robert Plant, el guitarrista Jimmy Page y el bajista John Paul Jones, hoy sexagenarios.

En el momento en que los británicos reinaban en el escenario del rock “habían saqueado habitaciones de hotel, destrucciones generalizadas”, dijo Obama frente a las risas de los asistentes, entre ellos los guitarristas Jeff Beck y Lenny Kravitz o el actor Robert De Niro.

“Así que es muy posible que organicemos (esta ceremonia) en una habitación cuyas ventanas son de 10 cm de espesor, con agentes del Servicio Secreto en todos los rincones”, señaló el presidente, refiriéndose a los agentes destinados a protegerle.

“Chicos, cálmense. Estas fotos no tienen precio”, agregó Obama, señalando cuadros que incluyen un retrato del expresidente George Washington.

Obama elogió al grupo británico fundado en 1968, al expresar que “toda una generación de jóvenes sobrevivió a su angustia adolescente con auriculares estéreo y un álbum de Led Zeppelin. Y una generación de padres preguntó qué era ese ruido”.

Led Zeppelin se separó en 1980 después de la muerte del baterista John Bohnam, a los 32 años, y desde entonces se ha reformado y tocado de manera esporádica, por última vez en 2007 para un único concierto en Londres.

“Fue tal vez la última vez, pero no lo sabemos”, señaló Obama.

Jimmy Page, de 68 años, y John Paul Jones, de 66 años, plantearon la posibilidad de una gira, pero el cantante Robert Plant, de 64 años, no respondió.

Los premios del centro Kennedy son las más prestigiosas recompensas culturales más prestigiosas de Estados Unidos. Otros ganadores que también asistieron el domingo son el actor Dustin Hoffman, el presentador de televisión David Letterman, la bailarina Natalia Makarova y el “bluesman” Buddy Guy.

Todos debían reunirse más tarde en una gala en el Kennedy Center, un gran complejo cultural en Washington.