Un nuevo interno de la Cárcel de Temuco comenzó una huelga de hambre, la que ya se extiende por casi dos semanas. Incluso, en los últimos días tomó la determinación de coserse los labios.

Carlos Peña fue condenado a tres años y un día de presidio luego que él, junto a otras dos personas, fueran detenidas el pasado 16 de abril durante un control carretero en Freire por hallarse 250 gramos de marihuana y una pesa digital en el auto en el que se trasladaban.

Eso, pese a que los otros dos condenados, tal como consta en una declaración jurada, señalaran que la droga era de su propiedad y que Peña no tenía idea de las sustancias ilícitas que transportaba en su vehículo.

El antecedente no fue considerado durante el juicio y, por lo mismo, el hombre fue condenado por el delito de microtráfico.

Para protestar por esta situación comenzó una huelga de hambre hace 17 días, tal como lo narró su hermano, Sergio Peña.

No obstante, el interno, y tal como lo han hecho otros huelguistas al interior de la Cárcel de Temuco, decidió en los últimos días coserse los labios, dejando de ingerir incluso líquidos.

Su familia exigió que el caso sea revisado y que sean tomadas en cuenta las declaraciones juradas de los otros dos condenados, en las que se responsabilizan de los hechos ilícitos.