En pocos minutos la historia de dos hermanos de Alto Hospicio, en Iquique, recorrió miles de kilómetros para narrar una muestra de fraternidad que trasciende de las limitaciones físicas.

Hugo Acevedo perdió el uno de sus pies cuando uno de los vehículos que participó en un accidente de tránsito cayó encima suyo. La única solución ofrecida en Iquique fue la amputación del pie, a lo que su hermano se negó y gatilló que iniciara un viaje a Santiago para lograr su traslado hasta el Hospital Traumatológico. El esfuerzo resultó en vano debido a que el daño en el pie era irreversible.

Tras nuevos esfuerzos, Hugo, quien deseaba ser futbolista, pudo entrar a la Teletón en Santiago, institución donde recobró el impulso tras la depresión iniciada por la pérdida de su extremidad. Al poco tiempo obtuvo una prótesis y puede desplazarse sin estar asistido a tiempo completo por una silla de ruedas.

Los familiares del joven destacaron que la labor de rehabilitación fue importante tanto para el bienestar físico como anímico de Hugo, haciéndolo ver su discapacidad como un desafío más que un impedimento.