En una nueva visita a nuestro país, el famoso director austríaco Peter Guth se presentó la noche del viernes junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, en el Teatro de la Corporación Cultural de la Escuela de Carabineros de Chile.

En la ocasión, unos 650 invitados tuvieron la oportunidad de escuchar y celebrar un espectacular programa de cerca de dos horas, con música de la “Dinastía Strauss”

El concierto estuvo dedicado a la familia Strauss, fundada por Johann Strauss I (1804-1849) e integrada por seis hijos, tres de ellos músicos como su padre: Johann Strauss II, Josef y Eduard. Una familia austriaca cultora de un fino gusto musical que alcanzó un gran desarrollo musical en la Europa de los siglos XVIII y XIX. Con ellos el vals alcanzó su máximo esplendor.

De “El Murciélago” al “Danubio Azul”
El director austriaco Peter Guth hizo gala de la experiencia y simpatía de su vasta trayectoria por importantísimos centros musicales y orquestas sinfónicas del mundo, donde ha participado como director invitado. Así también confirmó anoche en el Teatro de la Escuela de Carabineros, su versatilidad y su especial talento para interpretar a los Strauss, siguiendo su tradición de dirigir con violín en mano.

El repertorio “Música de la dinastía Strauss” se compone de 14 piezas de diferentes miembros de la familia austríaca, los cuales fueron brillantemente interpretados por la Sinfónica de Chile con todo su plantel de músicos, en una velada estupenda, la que fue aplaudida en forma creciente.

Del patriarca de la familia, Johann Strauss I, fue interpretada la pieza “Galope-suspiro”; de su hijo Johann Strauss II -considerado el músico más importante de la dinastía- destacaron las piezas Obertura de “El Murciélago”, Polka “Tritsch-Tratsch”, Vals “Rosas del sur”, Marcha de entrada de “El Barón gitano”, Polka francesa “Im Krapfenwaldl”, vals “Voces de Primavera”, vals “Vino, mujeres y canto”, Polka “Champagner”; y al final los valses “Cuentos de los bosques de Viena” y el muy célebre “Danubio Azul”.

Por último hay que señalar que de Eduard Strauss, el programa incluyó la polka rápida “¡Limpia la pista!” y de Josef Strauss, la polka “Sin Preocupaciones”. También la composición conjunta de los hermanos Johann y Josef, de la polka “Pizzicato”, que figuró en la elogiada presentación.