Aplicando el análisis de perfiles de riesgo predeterminados, un equipo de la Unidad de Drogas de la Aduana de Los Andes, descubrió un importante contrabando de cigarros.

Los funcionarios revisaron un minibús con patente chilena que volvía desde Argentina, el cual fue marcado frenéticamente por el animal en la parte trasera.

El Servicio informó que al observar con más detalle la zona indicada, los fiscalizadores vieron que debajo del chasis del furgón, cubierto por el estanque de combustible, había un recipiente hechizo adherido con cordón de soldadura a la estructura.

Con este antecedente preliminar y tras desmontar los asientos interiores y retirar una “tapa” en el doble fondo del piso del vehículo, se hallaron 50 cartones de cigarrillos de una reconocida marca internacional. Lo mismo ocurrió al abrir un parlante, dentro del cual había ocho cartones más, a lo que se sumaron finalmente dos cartones escondidos entre las ropas del equipaje.

En total, a través del procedimiento, se decomisaron 60 cartones del producto tabaquero, equivalentes a 1.200 cajetillas.