El Gobierno australiano presentó excusas oficiales este lunes ante el Parlamento a las víctimas de abusos sexuales en las fuerzas armadas y se comprometió a estudiar una por una las denuncias recabadas en un estudio nacional y pagar indemnizaciones.

El equipo encargado de estudiar las denuncias podrá comunicar luego a la policía y a la justicia los casos susceptibles de conllevar procedimientos penales. Propondrá asimismo un apoyo psicológico y sanitario a las víctimas.

“Hombre y mujeres jóvenes han sufrido (en el ejército) abusos sexuales, físicos o sicológicos por parte de sus colegas, que no son aceptables ni reflejan los valores de una sociedad australiana moderna, plural y tolerante”, declaró el ministro de Defensa, Stephen Smith, ante el Parlamento.

“En nombre del Gobierno, presento hoy excusas a los hombres y mujeres de las fuerzas de defensa australianas (…) que han sufrido abusos sexuales o violencias de otro tipo”, dijo. “No hubieran debido vivir jamás semejantes cosas. De nuevo, les presento mis excusas”.

El ministro criticó a los responsables que ocupaban funciones de alto nivel en el Ejército y que con su comportamiento o pasividad “traicionaron la confianza” depositada en ellos.

El Gobierno constituye un fondo, encargado de indemnizar a las víctimas con hasta 50.000 dólares australianos por persona (52.300 dólares, 40.300 euros) y presidido por un exjuez del Supremo del Estado de Australia Occidental, Len Roberts-Smith.

El informe sobre violencias sexuales en el Ejército, encargado por el Gobierno y desvelado a mediados de junio pasado, sacó a la luz prácticas perpetradas desde los años cincuenta: agresiones sexuales a adolescentes, violencias y sesiones brutales de novatadas.

El estudio detallaba 850 casos de malos tratos graves desde los años cincuenta, incluyendo abusos sexuales y brutalidades cometidas con muchachos, los más jóvenes de 13 años, edad mínima requerida para enrolarse después de la guerra y posteriormente fijada en 17 años.

Los autores nunca eran perseguidos y las víctimas no se atrevían a denunciar.

Otra violencia: novatadas con frecuencia “brutales”, que serían objeto de proceso si fueran cometidas en la sociedad civil, según el documento.

El Gobierno encargó el informe después de varios escándalos sexuales en el seno de las fuerzas armadas australianas.

Un informe de 400 páginas elaborado en 2011 examinó una serie de incidentes en el buque militar “HMAS Success” en 2009, donde reinaba “una cultura de depredadores” y de orgías alcohólicas, con premios por ejemplo para cada conquista sexual de colegas femeninas.